Al menos esto es lo que se desprende del último estudio realizado por el Banco Mundial. España se sitúa en el puesto número 44 sobre 183 en facilidad para hacer negocio justo por delante de Ruanda, y por detrás de países como Portugal, Eslovenia, Perú o Colombia.
Este estudio se basa en una serie de indicadores que han de tener todos los negocios para poderse desarrollar de manera normal independientemente del sector en el que operen. Llama la atención que en uno de ellos, facilidad de comenzar un negocio, España se sitúe en el puesto 133, por detrás de países como Kenya o Namibia.
Licencias, acceso a la electricidad, registro de la propiedad, acceso al crédito, protección de los inversores, pago de impuestos, comercio internacional, el respeto a los contratos o las resoluciones de insolvencia son el resto de indicadores en los que se ha basado el estudio para determinar el puesto de cada uno de los países en la lista, dando la misma importancia a cada uno de ellos para realizar el cálculo final.
A favor de España diremos que no todos los países desarrollados están por encima de nosotros. Austria, país tradicionalmente liberal, se encuentra un peldaño por debajo en lo que se refiere a la creación de empresas, aunque después sea más sencillo hacer negocios que en nuestro país.
No quiero desmerecer con esto a países como Kenya o Namibia. Al contrario. Creo que si es más sencillo iniciar un negocio en estos países que en España, es que han hecho algo mejor allí que en nuestro país. Un cambio de sistema productivo empieza por garantizar un mínimo de condiciones para nuestras empresas, sobre todo en cuanto al inicio de su actividad se refiere; al final son las que crean riqueza y puestos de trabajo para nuestro país. Siempre lo diré, las pymes nos harán salir de la crisis; con trabas burocráticas e intervencionismo estatal, solo haremos que se agrande el problema.
En Pymes y Autónomos | Lo difícil es empezar
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Imagen | Oscar EspirituSanto