Echevarri tira con balas de matar en uno de sus últimos post en donde comenta los capítulos de Ajuste de Cuentas. Sin entrar en la materia financiera o el análisis casi imposible de este programa, sacando petróleo de donde no hay, me quedo con una reflexión que hace:
...Y es que, entre nosotros, yo soy empleador, y veo que a un trabajador mío están venga a llegarle embargos a la nomina, y me mosqueo un huevo. Desconfío de él, pues pienso que en el mejor de los caso es una persona apurada que puede verse forzado a hacer cosas que no me convienen o que es poco metódico, y en el peor que mi bolsillo está en peligroEl tema del embargo en la nómina es un tema peliagudo y comenzamos a movernos por los terrenos pantanosos de la ética, moral, legal y toda esa parafernalia que no vamos a volver abrir. Vamos a ir más allá, quiero atacar al origen propio del embargo en una nómina y lo que realmente pensamos en estos casos.
Por mi experiencia laboral os puedo asegurar que me han llegado embargos a nóminas de trabajadores de todo tipo. Los más usuales, de Hacienda por impago de multas, judiciales por impago de pensiones alimenticias y compensatorias y algunos casos, situaciones financieras de crash total que no tienen por donde cogerlos.
Haciendo un poco de memoria, de un trabajador nos notificaron 23 embargos en menos de un mes. La pregunta es quién no le había embargado la nómina todavía pero era y es un buen tipo. No debemos generalizar y menos aún en las circunstancias en las que nos encontramos de crisis y aumento de la morosidad.
Un embargo es una fuente valiosa de información. Nos dice que tipo de procedimiento tiene el trabajador sobre su cabeza, quién es su acreedor, el importe de las deudas y nos puede ayudar a hacernos una composición de lugar bastante acertada sobre su pasado. Este tipo de composiciones son las realmente peligrosas, dado que si te llega un embargo de un juzgado penal, la verdad que la cosa no pinta bien por ejemplo.
Pero esto no quita que todo el mundo tenga derecho a una segunda oportunidad, a tenderle una mano, a ayudarle a asumir sus errores pasados siempre y cuando nos sea posible. No vamos a ser tontos y nos vamos a descuidar ni poner más empeño en un trabajador que tiene embargos frente a otro. La honradez y las deudas no tienen porqué estar reñidas desde luego y si alguién te quiere robar en la empresa, lo va a hacer; tenga embargos en la nómina o no.
Respecto a su rendimiento laboral, todos tenemos problemas, tanto económicos como familiares como sentimentales… Estos problemas pueden afectar en mayor o menor grado pero os aseguro que un tipo que ha asumido que tiene que pagar mucho dinero vía embargos, llega un momento que lo asume perfectamente y esta preocupación pasa a un segundo plano.
No nos creemos más prejuicios de los necesarios y los autos de embargos sobre nóminas son mucho más frecuentes de lo que nos pueda parecer en un principio.
Imagen | esparta
En Pymes y Autónomos | Embargos de nómina