En unas recientes declaraciones, el Presidente del INE, apuntaba que España, al igual que otras naciones de la UE se estaba planteando la inclusión de determinadas actividades “alegales” en el cálculo del PIB. Esta inclusión en cualquier caso no se produciría antes del 2014.
¿Y eso a quién beneficiaría? El reflejo de estas actividades en el PIB, aunque sólo fuese de la pequeña parte que fuesen capaces de contabilizar, haría que las cifras de renta media disponible en España aumentasen, nuestro PIB sería mayor (de lo que se estima ahora, no de lo que es ahora) y el político de turno nos vendería la moto de que gracias a él (o ella) somos todos más ricos, gracias a su gestión.
Como autónomo, cada vez que pago mis impuestos, devuelvo IVA, me peleo con facturas y papeleos varios, relleno impresos, hago gestiones o cuadro mis cuentas, me siento discriminado frente a prostitutas, contrabandistas y traficantes de sustancias ilegales, que ejercen su actividad al margen de la ley, sin pagar impuestos, sin tediosas gestiones ante hacienda, sin altas y bajas de sus empleados, sin cotizaciones a la seguridad social.
¿Prostitutas, contrabandistas y narcotraficantes no son más que autónomos o pymes que no pagan impuestos de ningún tipo porque no hay ninguna actividad legal en la que se puedan dar de alta para cotizar?
Este tipo de actividades, algunas de ellas ejercidas impunemente, y a vista de todo el mundo, no repercuten en modo alguno en beneficio de la sociedad.
Erradicar la profesión más antigua del mundo es inviable, por algo es la más antigua, y sin embargo, sorpresivamente, la menos regulada si exceptuamos Holanda. Una regulación en este sector, con normas sanitarias como las que son de aplicación a los hosteleros, normas de higiene mínima, sería exigible, como lo sería también que, como actividad económica que ejercen, paguen impuestos, y contribuyan al beneficio de todos, como hacemos los demás autónomos y pymes.
El tráfico de sustancias estupefacientes, no es más lesivo para la salud que la venta de otras sustancias legales como el tabaco o el alcohol, por el que, tanto comerciantes como consumidores pagan altos impuestos, que sirven para costear parte del gasto sanitario que puedan producir.
La venta y el tráfico de drogas, pero sobre todo su consumo, al no estar regulado en forma alguna, genera unos movimientos de dinero que no repercuten en la sociedad, y toda una serie de peligros para la salud pública que costeamos entre todos, con los impuestos que pagamos. Parece lógico exigir que estas actividades paguen impuestos.
La vía para conseguir que estas actividades paguen los impuestos que les corresponderían, ¿pasa por legalizarlas? supongo que sí, pero ya que no vamos a conseguir erradicar el consumo de drogas, la prostitución… y de todas formas ya convivimos con ellas, por más que no las queramos ver, ¿porqué no las regulamos en beneficio de todos?
Más allá de cuestiones morales, poco racionales, no se me ocurren motivos para no legislar sobre esas actividades. En Holanda ya lo han hecho, ¿porque aquí no? ¿Es mejor que todo ese dinero entre y salga del país sin ningún control?
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Imagen| Fran Carreira