Los informativos y las cifras, nos anuncian que la tasa de ocupación se ha incrementado. Como viene siendo habitual en estas fechas. Trabajos temporales para cubrir puestos en época estival. Contratos de un mes o dos. son la salvación de algunos parados que llevan un largo tiempo buscando trabajo.
Pero, no todos los desempleados tienen siquiera esa oportunidad, desde 2014 se ha incrementado la cifra de parados que no buscan trabajo puesto que no aspiran a encontrar nada.
No se trata de hombres y mujeres que no quieran trabajar y tener un sueldo a fin de mes. Sino de personas que rozan la apatía al comprobar cómo son rechazados si es que han logrado llegar a realizar una entrevista de trabajo.
Dentro del grupo de los desanimados (así los llaman los expertos en economía) estarían los que han decidido marcharse del país porque definitivamente han arrojado la toalla.
La edad, la falta de formación, de experiencia (imposible de adquirir sin una oportunidad) son factores que suman en una persona que lleve un largo período de tiempo sin trabajar.
Mayores de 45 años, mujeres y jóvenes son los que tienden a formar parte de este grupo.
Algunos estudios hacen hincapié en que las personas más mayores no se han actualizado y no saben venderse a la empresa, habiéndose quedado estancados en una carta de presentación añeja: currículums largos, que no se adaptan a las diferentes ofertas a las que se presentan. Cuestiones que generan un cierto reparo a los responsables de Recursos Humanos a la hora de apostar por este perfil.
En este problema hay dos factores a tener en cuenta: el propio desánimo de quien lleva largo tiempo buscando empleo y algunos prejuicios por parte de las empresas a la hora de dar una oportunidad a una persona mayor de 45 años. por poner un ejemplo.
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