Según las cifras publicadas por el Banco de España el saldo de préstamos de entidades de crédito residentes en España a las empresas y autónomos en junio de 2014 asciende a 612.741 millones de euros, frente a 686.289 millones de euros hace un año. Una situación que ya se viene arrastrando desde hace varios meses y que es una tendencia que se manifiesta con contundencia en los últimos tiempos.
El descenso de la financiación ajena, tan vital para el sostenimiento de una empresa en estos momentos, puede reflejar una recuperación de la capacidad de autofinanciación de los negocios, que sean capaces por ellos mismos de generar margen y que no requieran de inyección externa para paliar la delicada situación de sus cuentas de resultados, o bien los bancos siguen con la cerradura de la caja sin desbloquear hasta que amaine la situación lo suficiente como para que sus posibles operaciones tengan un riesgo mínimo.
Una de las alternativas para conseguir financiación son los préstamos ICO que poco a poco se están consolidando como una vía de obtener financiación. De hecho, se está produciendo un crecimiento muy importante en este tipo de financiación, tanto que se han superado los 10.800 millones de euros en seis meses lo que supone un crecimiento del 120% con respecto al año pasado.
El 52% de esos 10.800 millones son operaciones de menos de 25.000 euros, otra parte muy importante son operaciones de menos de 12.000 euros y en cuanto a sus destinatarios, el 63% de operaciones son operaciones para autónomos y menos de 10 empleados. Dos tercios del total de financiación son para microempresas.
En Pymes y Autónomos | ¿De verdad no hay financiación para proyectos?
Imagen | David Goehring