Cualquier emprendedor, antes de poner en marcha su negocio, debe de tener lo más claro posible como llevar a la práctica su proyecto empresarial. Una de las actividades que debe de incluir ese proyecto es el análisis de la competencia. En todos lo sectores empresariales es una pauta a seguir, pero para los autónomos y las pymes cobra, si cabe, mayor importancia.
Ya no se trata de compara precios o servicios, si no de hacer un estudio de lo que hacen los demás, como lo hacen, donde lo hacen, como podemos captar a sus clientes y, en función de eso, determinar cómo debemos de orientar la actividad que vamos a realizar, qué zona puede ser propicia, etc.
Viene esto a colación porque de un tiempo a esta parte he notado, en la zona en la que vivo, una autentica proliferación de peluquerías. Cierto es que muchas se han situado en una avenida con bastante movimiento comercial, pero llama la atención que haya una gran concentración de negocios del mismo sector en un espacio tan concreto.
Ya he manifestado mi opinión sobre el autoempleo como salida a la crisis y al desempleo. La cuestión principal es que para emprender debemos de hacerlo de "manera profesional" e intentar dejar, en la medida de lo posible, cuantos menos cabos sueltos mejor.
La situación actual y la reducción de la demanda interna está causando muchísimos problemas a los autónomos y a las pymes, que se acentúan en determinados sectores mucho más sensibles al descenso del consumo. Si ya emprender es difícil, hacerlo ahora y si no se tienen en cuenta los factores competenciales, lo es mucho más.
Es evidente que muy pocos de los empresarios que se han establecido en esta zona con un negocio tan concreto han hecho ese análisis de la competencia. Puede que se consideren los mejores en su trabajo y que pretendan hacerse una abundante clientela en base a su mejor servicio, pero es más que probable que una gran parte de esa clientela sean personas que viven o trabajan en las cercanías, por lo que el ratio de posibles clientes por cada uno de esos establecimientos se reduce enormemente.
Es evidente que no va a haber clientes suficientes para mantener a todos estos negocios y que unos cuantos de ellos tendrán que cerrar, cuando si se hubieran establecido en otra zona más propicia podrían haber prosperado. Cada uno de ellos tiene detrás una inversión, en mayor o menor medida, de varios miles de euros, si vamos a hacer una apuesta de este calibre, ¿por qué no hacemos un buen análisis antes de tomar una decisión así?
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