"Yo quiero tener un millón de amigos" decía la canción, pero si puede ser fuera del trabajo. Existen casos, los hay como las meigas pero son muy pocos los que funcionan. Me refiero al binomio de amigos que deciden trabajar juntos. Normalmente sus profesiones se complementan y tras tomar algo en una terraza, surge la brillante y original pregunta:¿Por qué no montamos algo juntos?
También podría haber surgido lo de crear una banda de rock, pop o lo que se tercie, pero eso cada día es más difícil ya que hay concursos que fabrican cantantes como churros, así que lo de sustituir el garaje tan propio de USA por una terraza es lo natural. ¿Pero es una buena idea? Vamos a verlo.
¿El mejor socio de verdad que es tu amigo?
Ocurre como en los grupos que llevaban tocando juntos más de una década. Al final, los egos, las diferencias y las discusiones aparecen y la gallina de los huevos de oro, desaparece. Es normal. El roce hace el cariño pero también saca a relucir lo peor de cada casa.
En una ocasión hablamos sobre la familia, los amigos y los idiotas como posibles inversores en nuestro negocio, un desastre. ¿Significa que hay que alejar a los amigos, a la familia y conocidos? No. Significa que en los negocios es mejor rodearse de personas competentes.
Eres nefasto en el trabajo, ¿cómo te lo digo?
No duermes por las noches porque lo comenzó como un proyecto maravilloso cuando se estaba creando, ahora se ha convertido en un negocio de verdad. Donde existen responsabilidades, puntualidad y mucho esfuerzo, tres conceptos que tu amigo desconoce.
Le quieres y compartes con él infinitos recuerdos de vuestra época estudiantil, quizás es muy creativo pero al pisar el suelo, y comprobar que lo que era un sueño se ha convertido en realidad no sabe cómo encajarlo. Y tu deber, es decírselo. ¿Cómo? Con buenas palabras, con argumentos sólidos y respeto.
“Mantén cerca a tus amigos pero aún más a tus enemigos”, decían en El Padrino. Y del amor al odio sabemos que hay un paso. En todo caso no se trata de discutir o perder una amistad, y menos sobre todo pasar de considerar a tu amigo tu enemigo, pero sí de establecer límites.
Para tomar unas cañas eres el mejor, pero para trabajar contigo eres el peor, ¿amigos?
Quizás suene cruel, duro y directo pero es la realidad. Los negocios no se sostienen siendo un espíritu libre los 7 días de la semana. Simplemente él no encaja. Y su perfil, quizás sería el ideal pero en otro puesto. Un tema delicado, a tratar pero más delicado será el día en que los números aparezcan en rojo o tras tanta presión discutas con él.
El investigador de la Harvard Business School Noam Wasserman plantea en su libro 'Los dilemas del fundador' que los amigos que decidan crear una empresa juntos, deberían redactar un documento consensuado donde se determinen las respuestas ante la aparición de conflicto o situaciones inesperadas. El documento puede elevarse a público ante notario o restringirse al ámbito privado, pero la validez es similar.
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