El otro día pude visionar un video que en estos últimos días ha triunfado bastante en la red, de la compañía aérea Spanair y en relación a un vuelo suyo el día de Nochebuena en el que una vez aterrizado en destino la compañía llevo a cabo la iniciativa de repartir regalos entre sus pasajeros, sinceramente emotivo.
La verdad es que la imagen de ver salir por la cinta de equipajes regalos para cada uno de los pasajeros, en un día tan señalado como ese, y hacerlo de forma personalizada para cada una de ellos me parece una iniciativa de marketing preciosa para acercarse a los clientes, y para llegar a la fibra sensible de los que aún no lo son.
Algunos dirán que simplemente es una estrategia comercial, otros dirán que los regalos no tenían gran valor o muchos otros dirán que la compañía “se lo puede permitir”.Por supuesto, que sí, por supuesto que es una estrategia comercial (¿y qué?), por supuesto que los regalos no eran de gran valor y que la compañía puede hacer frente a ellos, pero ese no es el caso.
No se trata de regalar objetos de valor a los clientes, ni tan siquiera se trataba del regalo en sí mismo, es el detalle, el momento, el envoltorio. Un día especial, en una hora especial, después de llegar cansados al destino, ver la cara de ilusión de la gente, vender la emotividad de la navidad.
No soy muy dado a dar felicitaciones, al contrario, suelo ser extremadamente crítico e incluso en esta tribuna en otras ocasiones he atacado ferozmente a esta misma aerolínea, pero esta vez tengo que quitarme el sombrero, así es como se ganan clientes, así es como se fidelizan clientes, así es como se genera una imagen de marca simpática, ¡chapeau!
En Pymes y autónomos | Spanair y las ayudas públicas a empresas privadas Imagen | pulguita