Se prevé una fuerte recuperación de este sector en 2010, según un estudio de la consultora IDG que pronostica aumentos de hasta el 23% en el crecimiento de estas tecnologías en las empresas. Los nuevos dispositivos con mejor capacidad de tráfico y alcance, así como con una mejor flexibilidad a la hora de conseguir una configuración escalable, sólida y sobre todo segura son los responsables de este avance.
El tema de la seguridad inalámbrica ha sido, sin duda, uno de los quebraderos de cabeza más grandes a la hora de implementar WLAN en nuestras empresas. Hoy en día disponemos de Access Point que admiten configuraciones de seguridad que nos permiten securizar la red de forma más efectiva que si la red estuviera cableada. No podemos decir que la seguridad de las redes inalámbricas sea perfecta, pero es que ningún sistema lo es.
El problema para muchas pymes, sobre todo las más pequeñas, es que carecen de los técnicos de comunicaciones que creen estas políticas de seguridad, y si dependen de empresas externas es más complicado tener que avisarles cada vez que tenemos que introducir un nuevo dispositivo en nuestra red, ya sea un teléfono móvil ya sea un ultraportátil o un equipo todo en uno.
Siempre es más cómodo, pero mucho menos flexible cuando un equipo nuevo ingresa a la red tirar un latiguillo de red hasta la toma más próximas y a funcionar. Lo que deberían ir implementándose son redes mixtas, que abarquen tanto red cableada como inalámbrica para cubrir y ofrecer movilidad a nuestros empleados y a la vez abaratar costes de ampliaciones de puestos de trabajo en red sin desplegar nuevo cableado. Una opción que cada día veremos con más normalidad en las empresas.
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