Ahora bien, se me viene planteando una duda desde hace bastante tiempo, en las relaciones que tienen la administración y las empresas y en breve con los particulares. Como ya hemos dicho por activa y por pasiva, la Agencia Tributaria y poco más de lejos la Seguridad Social son dos de las administraciones que mejor funcionan en la prestación de servicios telemáticos. Esto es genial, pero los problemas aparecen cuando estas relaciones telemáticas dejan de ser optativas para convertirse en obligatorias. Si sólo existe una vía de comunicación factible entre empresas y administración, esta vía tiene que ser gratuita y en el caso que hablamos repercute a los costes del sistema, que no deja de ser otro que el acceso a internet. Cualquier sociedad mercantil sabe que tiene que presentar obligatoriamente todas sus declaraciones fiscales mediante el uso de firma electrónica y exclusivamente mediante procedimientos telemáticos. Ni los certificados registrales sobre administradores son gratuitos con un coste superior a los 30 euros, ni las conexiones a internet tampoco lo son.
Por contra, si una empresa no quiere recurrir a una asesoría para llevar a cabo sus trámites fiscales, sólo tiene la vía telemática para llevar a cabo determinandos fiscales generando un traslado importante de los costes de gestión de las administraciones públicas hacia el sector privado.
No soy amigo de pedir subvenciones públicas pero el acceso a internet tendría que prestarse de manera universal gratuita, mediante el pago de la correspondiente tasa que asegure la prestación del servicio. Si queremos agilizar la administración, el comercio electrónico, las comunicaciones y todo el resto de ventajas que proporciona internet ¿por qué no se presta un servicio de acceso básico gratuito?
A día de hoy, no pagamos directamente por usar las alcantarillas ni las aceras, aunque si pagamos tasas para cubrir los costes de estos servicios. El camino correcto a seguir pasa por ofrecer ese acceso universal de manera gratuita para todos los ciudadanos y todos los que demandemos mayores prestaciones en velocidad, movilidad o características especiales, tendremos que pagar una tasa que sufrague esos costes
Si queremos tecnología al alcance de todos, al menos los más desfavorecidos que no la paguen y el resto que cubramos solo el coste adicional o las mejoras que se puedan reportar en todos los accesos a internet.
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