Todas las empresas tienden y deben diferenciarse de sus competidoras para lograr ser conocidas en el mercado. Existen dos pilares básicos para distinguirse, tales como la marca y el nombre comercial.
La marca es un título que concede el derecho exclusivo a la utilización de un signo para la identificación de un producto o un servicio en el mercado. Pueden ser una marca las palabras o combinaciones de palabras, imágenes, figuras, símbolos, gráficos, letras, cifras, formas tridimensionales e incluso sonidos (envoltorios, envases, formas del producto o su representación..).
El nombre comercial es un título que concede el derecho exclusivo a la utilización de cualquier signo o denominación como identificador de una empresa en el tráfico mercantil. Los nombres comerciales, como títulos de propiedad industrial, son independientes de los nombres de las sociedades inscritos en los Registros Mercantiles.
En España, existe una ley específica al respecto, que es la Ley 17/2001 de Marcas. Si nosotros tenemos una marca o nombre comercial tenemos la posibilidad de registrarlo en la Oficina Española de Patentes y Marcas. ¿Con que fin?, pues como es obvio, para impedir la utilización sin nuestro consentimiento de nuestras diferencias básicas en los canales de comunicación. Los trámites de registro no son complicados en absoluto pero si son quizá un poco largos. Estos trámites no son gratuitos, y están sujetos al pago de unas determinadas tasas, pero no son excesivamente altas, dado que por ejemplo inscribir una marca o nombre comercial cuesta 130 €. La tramitación de todo el procedimiento se puede realizar por internet, desde la web de la Oficina de Marcas y Patentes.
Imaginaros, si tuvierais un bar, digamos cuyo nombre comercial fuera "El Borracho Felíz", y dicho nombre comercial no lo tuvieséis registrado, cualquiera podría poner en vuestra misma ciudad un bar con ese mismo nombre, y vosotros no podríais hacer nada para impedirlo.
Más Información: Oficina Española de Patentes y Marcas.