Casi cinco años después de su puesta en marcha, podemos afirmar que los objetivos por los que se puso en marcha la tan esperada tarifa plana no se están cumpliendo. Por un lado, porque está provocando, en parte, un déficit a la Seguridad Social difícil de sostener con el sistema de reparto actual y, por otro, porque la mayor parte de nuevos autónomos que han beneficiado de esta bonificación no consiguen mantener sus puestos de trabajo.
Según datos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social facilitados a Efe, tan solo un 15,54% de los trabajadores que se beneficiaron de la tarifa plana desde su puesta en marcha, allá por diciembre de 2013, siguen afiliados al RETA en junio de 2018. En aquel momento, la duración de la tarifa plana era tan solo de seis meses, pero con la nueva ley de autónomos, se extendió hasta el año en todo el territorio y a dos años en algunas regiones como la Comunidad de Madrid, y se prevé que esta posibilidad se extienda a los municipios de menos de 5.000 habitantes.
En concreto, se han beneficiado un total de 1.473.774 personas durante estos cinco años, y las bajas de la Seguridad Social dependen en buena medida de la edad del beneficiario. Por ejemplo, los menores de 30 años llevaban afiliados al RETA una media de 426 días, mientras que los de 30 o más edad tenían un promedio de 1.433 días de alta.
Hay que recordar que la tarifa plana permite beneficiarse a los nuevos trabajadores de una cuota reducida de 50 € durante el primer año de actividad, pasando a pagar un 50% los seis meses siguientes y un 30% los tres siguientes hasta los 24 meses de actividad, de manera que existe un periodo de dos años en los que los trabajadores pueden beneficiarse de una bonificación en su cuota, para después pasar a pagar la cuota que corresponda en función de la base, con un mínimo de 278 euros.
Por esta razón, las principales asociaciones de autónomos han pedido una revisión de la tarifa plana con el fin de mejorar su efectividad y buscar fórmulas para mantener de manera sostenida un autoempleo perdurable. Entre estas revisiones, destaca la necesidad de revisar en profundidad la actividad del autónomo o sus rendimientos netos para analizar la viabilidad de la medida.
En realidad, se trata del enésimo fracaso de una medida que supuestamente debería servir para beneficiar al colectivo de los trabajadores autónomos, y que se suman a tantos otros, como el IVA de caja, la Ley de Morosidad o el plan de pago a proveedores, entre tantos otros.
En Pymes y Autónomos | ¿Y si todos los autónomos pagamos tarifa plana para siempre?
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