Existen indicadores económicos que evidencian un determinado cambio en el ciclo económico. Si hacemos caso de los más curiosos, el hecho de alargar la vida útil de los calzoncillos es señal inequívoca de que la economía no va por buen camino. Un poco lo mismo, aunque algo más serio, es lo que ocurre con la tasa de absentismo.
Aunque no existe una evidencia empírica que relacione el incremento del absentismo laboral con la recuperación económica, lo cierto es que mucha gente piensa que si la gente se ausenta más de su puesto de trabajo tiene menos miedo de perder su puesto de trabajo a corto plazo. Entonces, si el absentismo se dispara, como ocurre en la actualidad (con un 12,27%), ¿se puede tomar como un síntoma de recuperación económica?
Mayor absentismo significa también un mayor coste tanto para las empresas como para el estado. Según la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), se calcula que el gasto necesario para financiar la colaboración de las bajas de las compañías que colaboran con la Seguridad Social ascenderá este año a entre 5.200 a 5.500 millones de euros, entre un 10% a un 15% más que el año pasado.
Es decir, el coste de las bajas puede llevarse por delante buena parte de esta recuperación, sobre todo desde el punto de vista de las empresas y de estas mutuas, que son las que tienen que asumir buena parte de este coste.
Para ello, las mutuas han propuesto una batería de medidas según las cuales se eximiría a estas empresas del pago de la prestación desde el cuarto al decimoquinto día de baja, prestación de la que se haría cargo el Instituto Nacional de la Seguridad Social, además de sancionar posibles fraudes del mismo modo que se sanciona a aquellas personas que cometen algún tipo de fraude sobre la prestación de desempleo.
En definitiva, si bien es cierto que la confianza de los individuos ha crecido gracias a la recuperación económica y la recuperación de parte del empleo, los absentismos laborales suponen un gran lastre para las finanzas empresariales y estatales. Urge una reforma de este sistema para evitar prácticas fraudulentas, muy presentes en el día a día de todas las empresas.
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