Cuando se habla de zonas turísticas y del beneficio que tiene para los habitantes, se suele olvidar mencionar la de horas que hacen los trabajadores del sector de la hostelería y de la explotación en muchos casos, con horarios interminables y un sueldo que no recoge las horas trabajadas.
Las Kellys (las que limpian) las camareras de piso de los hoteles hace un tiempo que decidieron alzar la voz y gritar a los cuatro vientos las condiciones en las que trabajaban y las lesiones y enfermedades derivadas de un trabajo abusivo. Sin ellas, ¿qué pasaría con la mayoría de los hoteles? ¿Por qué un trabajo tan necesario es despreciado por quien debería cuidar a estas profesionales?
Ofrecer lo mejor al turista también pasa por cuidar de tus trabajadores
¿Para que unos disfruten se invierte en ofrecer unas instalaciones deslumbrantes, pero al que las mantiene así se le ignora en sus derechos como trabajador? Por lo visto, sí. Sucede en muchos sectores pero en el caso de las camareras de piso, ya se ha convertido en la vergüenza de este tipo de empresario.
Ahora que se avecinan elecciones (otra vez) algunos políticos las recuerdan, pero ellas están ahí los 365 días del año, limpiando y cambiando las sábanas de una habitación a la velocidad de la luz y destrozándose la espalda, como si tuvieran que hacer su trabajo no sólo bien sino rápido, sin que se las vea y a poder ser, pagando una miseria.
¿Qué reclaman las kellys?
Que las palabras no se las lleve el viento. Las reuniones que han mantenido con Mariano Rajoy en su momento y con Pedro Sánchez no se han traducido en nada real.
La actual ministra de Industria en funciones, Reyes Maroto, prometió a Las Kellys una reforma del Estatuto de los Trabajadores. La reforma estaría destinada a garantizar que mantuvieran sus condiciones anteriores en sus nuevas empresas multiservicios, una circunstancia con la que había acabado la reforma laboral de 2012.
Las kellys recibieron el premio TO DO en la feria ITB de Berlín en marzo y varios turoperadores europeos han dejado de contratar hoteles con externas en España. Este es un pequeño logro, ¿pero qué pasa en nuestro país?
Los inspectores han tratado de detectar cesiones ilegales o irregularidades en el convenio de estas trabajadoras para mejorar su situación, pero se han visto con las manos atadas al tratar de atajar el autentico motivo de su empeoramiento de condiciones laborales: la externalización.
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Las Kellys dicen haber perdido toda confianza en el Gobierno liderado por Sánchez y la clase política española en general.
El futuro de las kellys pasa por que sean visibles los derechos de los trabajadores
La representante de las kellys que recogió el premio en Berlín, resume muy bien la situación en la que se encuentran y la solución:
"Yo he venido a Berlín a hablar de precariedad y de turismo responsable, no hay mejor sitio que la ITB para explicar esto. Un turismo responsable no es alojarse en un hotel que tiene servicios externalizados donde se pisotean los derechos de los trabajadores"
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