Tal y como se puede leer en un artículo de Cinco Días la ley antitabaco está favoreciendo algunas actividades comerciales paralelas que, aprovechando la coyuntura, están observando un importante incremento de pedidos. En cierto modo, esto acompaña la teoría de Mister Empresa expuesta ayer: algunos negocios se pueden ver potenciados por la ley.
La venta de paravientos y estufas han aumentado hasta tal punto en los días que lleva en vigor la ley que se están produciendo problemas de stock entre los distribuidores. Esto refleja la gran importancia que están adquiriendo las terrazas para el sector de la restauración. Es tal el valor que poseen estos extras que pueden suponer la diferencia entre que un cliente consuma en nuestro restaurante o se vaya al de al lado.
“Al tratarse de un fenómeno nuevo, estas estufas todavía no cuentan con una regulación específica, pero deberá tenerla en algún momento, sobre todo por temas de seguridad y estéticos” Fuentes municipales de Zaragoza para Heraldo.es.
La ley antitabaco permite fumar al aire libre y en espacios cubiertos con un máximo de dos paredes y un techo. Ahora bien, los cerramientos plásticos móviles como los paravientos, aún creando un efecto burbuja y aumentando el efecto de la climatización, parecen escapar a esta regulación y ser totalmente legales para fumadores.
Hay que recordar que en muchos casos es necesario solicitar permisos para su instalación y que cada ayuntamiento puede poseer diferentes criterios a la hora de establecer un número máximo de veladores y estufas según el ancho de la calzada.
Ante las circunstancias los bares y restaurantes deben luchas por mantener su clientela fumadora y dada la imposibilidad de habilitar áreas de fumadores en el interior de los locales se han lanzado a la adecuación de las terrazas para el invierno.
Esto ha creado una oportunidad entre distribuidores de paravientos y estufas portátiles, principalmente, aunque no se puede descartar que también afecte al propio mobiliario exterior para que resulte más confortable e incluso en la compra de toldos y parasoles para la época veraniega aunque en este concepto se está mejor preparado.
El problema de este aumento de la demanda es que los distribuidores dependen mucho del stock ya que la producción de estos artilugios se realiza sobre todo en China, Korea y el este de Europa. El vaciado de stocks que se está produciendo afecta a los distribuidores que no pueden contrarrestar la demanda como desearían.
“Con la entrada en vigor de la ley se nos ha producido una rotura del stock en la última semana. Entre el 24 y el 31 de diciembre hemos vendido unas 200 estufas, cuando en un año normal eran 30 o 40 semanales” Andrés López de Mobel Hispania para Cinco Días.
Sin duda este auge necesitará de una regulación normativa sobre la ocupación vial pero también a efectos estéticos y de seguridad así como de un debate sobre cómo de aireado debe estar este espacio y si se le puede considerar al cerramiento plástico como zona cerrada o si permanece con la consideración de espacio al aire libre.
Tampoco podemos ignorar la posible oportunidad de producción de estufas portátiles y paravientos en España aunque es posible que este aumento de la demanda sea coyuntural y no suponga un mercado interesante a medio plazo. De momento los grandes beneficiados son los distribuidores aunque la dependencia exterior hacer que las ventas se escalonen más de lo deseado, siendo los más afectados los bares y restaurantes que intentan competir contra el resto que ya cuentan con este tipo de espacios.
Vía | Cinco Días, Heraldo
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Imagen | Palm z