La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha publicado un informe titulado: España, crecimiento con empleo, en el que asegura que no existen motivos económicos claros que justifiquen nuevas rebajas salariales, al tiempo que destaca la proliferación de pequeñas y nuevas empresas.
Las exportaciones van por buen camino, y una reducción aún mayor de los salarios, lejos de provocar un aumento de la demanda exterior, socavaría la demanda interna todavía más. Según este organismo, en la actualidad, el perjuicio provocado por una nueva caída en la demanda interna no sería compensado por el beneficio obtenido por un aumento de las exportaciones.
La competitividad empresarial parece haber sido completamente restaurada, asegura la OIT y, por tanto, este organismo aconseja aumentar los salarios siempre y cuando la productividad lo permita. En todo caso, es necesario vincularlos a la productividad a través de la negociación colectiva y el diálogo social, ha asegurado Guy Ryder, director general de la OIT.
En realidad, el gran error de muchos organismos ha sido considerar al factor trabajo como un factor de producción más, sin tener en cuenta las especiales características de los empleados de una empresa en relación con el factor capital. Desde que existe el Management y las empresas valoran la motivación de sus empleados, la reducción de salarios ha constituido una política tan impopular como ineficaz cuando de lo que se trata es de aumentar la productividad.
Por este motivo, la publicación del estudio de un organismo con tanta relevancia internacional como la OIT constituye un verdadero halo de esperanza para muchos trabajadores asalariados y para el conjunto de la economía en general.
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