Parece que en Europa estamos más o igual de preocupados que los propios ciudadanos de Estados Unidos ante las inmediatas decisiones tomadas por parte del ya, Presidente. Sobre todo, el gremio de los empresarios.
En una ceremonia donde congregó a menos asistentes que su antecesor Barack Obama, Donald Trump afirmó: "El establishment se protegía a sí mismo pero no a los ciudadanos de nuestro país. Sus victorias no han sido vuestras victorias. Sus triunfos no han sido vuestros triunfos."
Proteccionismo, uno de los pilares de su discurso de investidura
"Este decreto ha de escucharse en todas las capitales extranjeras. Desde este día en adelante, América primero"
Es sólo un fragmento que ha puesto en guardia, tanto a la Bolsa como a las pymes de cualquier ciudad española. ¿Qué va a pasar con las exportaciones a EEUU?
Diarios locales, llenaban de titulares alusivos a las pymes y a la exportación si Trump resultaba ganador, dada su escasa simpatía por todo lo que provenga del extranjero. Un revés, para empresas que habían logrado incrementar sus exportaciones a USA.
Y su preocupación era lógica puesto que las pymes que no tengan presencia local en el país, con la retirada de Washington del tratado de libre comercio resultará difícil su desarrollo.
Un ejemplo:
Para la provincia de Alicante, Estados Unidos es el cuarto mercado exterior -tras Francia, Alemania e Italia-, al que vende productos por valor de 274,9 millones, según los últimos datos del periodo de enero a noviembre de 2016.
Lo que supone el mantenimiento de una progresión positiva y que en el último balance de comercio exterior se concretaba en un crecimiento del 9,9%.
Problemas de antaño Vs dificultades actuales
A pesar de todo, España podría ser uno de los países menos afectados ya que el 70% de nuestras exportaciones tienen un destino interno en la Unión Europea exportando a Estados Unidos el 5% del total.
No obstante sí se prevé que la política proteccionista de Trump repercuta en algunos sectores, porque se esperan subidas arancelarias a pymes que exporten alimentos, calzado, bebidas alcohólicas o tabaco.
Hoy en día las pymes españolas que exportan productos de la industria alimentaria ya cuentan con barreras y obstáculos viéndose obligadas a pasar una larga cadena de intermediarios para vender sus productos.
Conclusión
Si las pymes españolas ya contaban con medidas que no resultaban atractivas para la exportación, ahora deberán medir cada paso y prevenir futuros problemas.
Ante uno de los escenarios más adversos posibles que representaría el aumento de las barreras arancelarias, la Unión Europea en su conjunto tendría que negociar con la nueva Administración norteamericana para reducir el impacto de un posible endurecimiento de los aranceles, al menos así lo valoran los expertos.
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