Según un estudio llevado a cabo por la empresa de trabajo temporal Randstad son más de tres millones los trabajadores activos que buscan empleo en España, ya sea para mejorar sus condiciones laborales o para tener un segundo empleo. Esta cifra supone un 16% de los trabajadores en activo en nuestro país la tasa más alta en los últimos tres años.
En otros años dicho porcentaje se situaba entre un 10 y un 12% que ha ido subiendo a lo largo de los años hasta situarse en el 16%. La mejora del mercado laboral ha producido un optimismo de los trabajadores a la hora de poder encontrar otro trabajo que mejore su situación. En este sentido serán las empresas las que tengan que pelear más por retener el talento dentro de sus plantillas.
Además si se compara con Europa, España es el país con la tasa de ocupados en búsqueda activa de empleo más alta, siete puntos por encima de la media del 9%. Para comparar con otros países sólo China con un 19% supera a España y Estados Unidos se queda en un 15%.
Por lo que respecta a la formación de los empleados en búsqueda activa de empleo, a medida que aumenta el nivel formativo, más activos se vuelven a la hora de evaluar las oportunidades para cambiar de empresa o encontrar una segunda ocupación. Pero los que tienen menos formación también han crecido en procentaje.
El problema es que en muchas organizaciones no se considera a los empleados como un activo de la empresa. Para muchos son simplemente un coste de explotación, para poder dar un servicio o fabricar un producto, tienen que invertir X en costes salariales. En muchos casos sólo se dan cuenta de lo han perdido cuando tratan de reemplazar a dicho empleado por otro.
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