La recepción de nuestras oficinas es habitualmente la primera percepción que se lleva nuestro visitante, y causar una buena impresión en ese aspecto es vital para empezar con buen pie cualquier contacto comercial.
Tener personal preparado y altamente cualificado, con buena presencia, capaz de dar solución y respuesta a cualquier situación en la que se encuentre, pero muy especialmente con un personal cortés, educado y de un perfil sociocultural adecuado es nuestra mejor carta de presentación.
¿Quién no ha salido horrorizado de visitar a un cliente por habernos encontrado con una recepcionista extremadamente (para decirlo finamente) seca o en muchas ocasiones incluso hiriente, descortés o maleducada. ¿Quiénes no nos hemos sentido incómodos ante la simple visión de una recepción descuidada o con un personal masticando chicle o hablando a gritos cual supermercado de mala categoría?
Sin dudas que todos hemos accedido a lugares como los descritos actualmente y de buen seguro que una vez dentro, con nuestro objetivo en la visita ya reunidos, la percepción no ha cambiado tanto, pues en muchas ocasiones esto es como se dice de los canes, a tal propietario, tal can. Evidentemente en muchas ocasiones la percepción posterior no será la misma, e incluso en muchas otras la recepción ha sido exquisita y una vez dentro de la “cocina” empresarial todo ha resultado un desastre, pero por lo general la recepción es un buen termómetro para percibir la calidad de los lugares que visitemos.
En Pymes y autónomos | Secretarias virtuales como refuerzo para los autónomos Imagen | alanclarkdesingn