Resulta curioso que me haya dado cuenta hoy de que, a pesar de haberlo mencionado de pasada en varios posts algunos de los redactores del Blog, ninguno le habíamos dedicado una entrada al tema que nos va a ocupar hoy: ¿qué es la CIR o CIRBE? A muchos os sonará, especialmente los que lleváis el tema de bancos, negociación de pólizas, etc. A otros les parecerá chino. Pero creo que todos nos vendrá bien ser conscientes de qué es, cómo funciona y para qué sirve la CIRBE.
CIR son las siglas que corresponden a Central de Información de Riesgos. Si hablamos de CIRBE es únicamente para explicitar que nos referimos a la Central de Información de Riesgos del Banco de España. Un servicio que lleva funcionando en España desde el año 1972, y que en las siguientes lineas vais a ser conscientes de su importancia capital. Y, como veremos, dicho nombre es también usado para referirnos a la información que se maneja (la cirbe de Manolito o de Transportes Tucumán, por ejemplo).
¿Qué es la CIRBE?
La CIRBE es una base de datos gestionada por el Banco de España con los riesgos que las entidades financieras manifiestan tener con sus clientes. Cuando hablamos de entidades financieras lo hacemos en un sentido amplio, incluyendo además de al sector bancario a SGRs, EFCs, etc. ¿Y a que nos referimos al hablar de riesgos? Pues tanto a los riesgos directos como a los indirectos, es decir se dará información a la Cirbe tanto del titular del prestamos como del avalista del mismos.
Nos encontramos por tanto con que la CIRBE acumula una gigantesca cantidad de información acerca de prestamos, créditos, lineas de descuento, avales, etc, periodificada mensualmente, y lo que es más importante con un flujo de doble sentido, como vamos a ver a continuación, que incluso se puede abrir a terceros autorizados.
¿Para que sirve la CIRBE?
Toda esa cantidad de información servirá al Banco de España para ejercer sus labores de supervisión e inspección, así como para realizar los correspondientes estudios estadísticos sobre el sector y la marcha económica . Pero para el gran público, para los Bancos y sus clientes, la utilidad es otra, y parte de la individualización de la información. ¿En que consiste?
Todo aquella persona que mantenga con el Banco un riesgo directo en dicho mes superior a 6.000 euros sera objeto de declaración individualizada, 30.000 euros si es un avalista (dichos mínimos han ido bajando con el tiempo, hace años estaban en 30 y 60 mil, respectivamente). Es decir, si tengo con mi Banco un prestamo con un saldo superior a 6.000 euros, o avalo un préstamo cuyo saldo pendientes sea superior a los 30.000 euros habrá una "ficha individualizada" mía en el BdE. (prescindo de otros supuestos para no residentes, operaciones en el extranjero, etc...), una ficha que estará a disposición de cada banco que haya contribuido a ella, siendo un chivato de mis posiciones financieras. ¿Y eso que significa?, ¿cómo funciona?
¿Cómo funciona la CIRBE?
Pues, en primer lugar debemos entender que existe una ficha con la información agregada que las diferentes entidades financieras han declarado respecto a mi (ya sabéis, más de 6.000 directo y más de 30.000 indirecto) será puesto a disposición de cada una de esas entidades. Automáticamente y con carácter mensual. O dicho de otro modo, esos Bancos sabrán los riesgos, los créditos, los avales que tengo en esas otras entidades. No sabrá cuales son, ni las condiciones, tan solo de un modo muy resumido límites máximos y dispuestos, tipos de garantías y plazos. Es más, se dará agregada por clase de riesgo, por lo que es posible que un mismo saldo declarado haya realmente, por ejemplo, dos prestamos de distintas entidades.
Además cualquier otra entidad financiera con la que yo vaya a trabajar puede solicitarme acceder a dicha información, para lo que he de autorizarla por escrito. Por escrito y para cada consulta (no hay autorizaciones permanentes distintas del párrafo anterior). La información que se le facilitará será del mismo tipo que la ya citada, es decir, capada y agregada.
Pero existe la opción de que nosotros mismos, de motu proprio o a instancia de alguien, solicitemos nuestra CIRBE al Banco de España (véase el procedimiento) Y entonces dicha información si que mostrará cada una de las posiciones desagregada, cada préstamo, cada crédito, indicando la entidad declarante, el banco concreto que manifiesta dicha información.
Recomendaciones
Para acabar tres recomendaciones sobre la CIRBE:
- Hemos de ser conscientes de que existe. Por tanto, cuando nos pregunten por nuestras posiciones de financiación o riesgo en otras entidades que sabemos que declaran a CIRBE no podemos ni debemos mentir. No sirve de nada, salvo para arruinar nuestra imagen. Otro tanto podemos decir respecto a equivocarse al manifestarlas. Por tanto, ante cualquier indicio de que el Banco tiene información discordante con la que le hemos facilitado, debemos aclararlo con él (puede haber problemas con el modo en que se ha instrumentado/declarado la operativa, o desfases temporales, ya la que la última CIRBE disponible es la de hace unos dos meses).
- De cara al punto anterior, una práctica muy sana es pedir periódicamente nuestra CIRBE al Banco de España. Con ello logramos un doble objetivo: sabemos perfectamente lo que ven los Bancos (o mejor dicho, sabemos más que ellos) y por otro detectamos posibles errores o incluso, en algún caso, fraudes (apoderado que se pasa de listo formando operaciones sin nuestro visto bueno), u olvidos (aquella PAM que senos olvidó que firmamos).
- Si negociamos la concesión de crédito comercial a un cliente, y tenemos una cierta posición de fuerza, una exigencia, dura, pero que puede resultar muy útil, es exigirle a nuestro cliente que solicite su CIRBE al BdE y que nos la aporte, de cara a comprobar los datos suministrados. Ya digo que es muy poco habitual y más vale usarlo con tacto, aunque en los tiempos que corren no me extrañaría que las grandes empresas comiencen a generalizar su practica incluso más allá de estos supuestos.
En definitiva se trata de conocer nuestras posibilidades de obtener financiación, pero también la situación de otras empresas con las que entablamos relaciones comerciales.
Imagen | Freddy The Boy