Una de las decisiones más importantes que tenemos que abordar cuando constituimos un negocio es la elección de un socio, porque de ello dependerá la distribución de la carga de trabajo, la armonía del equipo y la eficacia del mismo.
Aunque no existe una regla estándar sobre cuáles son las cualidades que debemos buscar en esta figura, resultaría muy lógico que el profesional elegido tuviese un perfil necesario para las actividades de la organización y que además nos complemente. Este segundo aspecto es importante porque una correcta delimitación de las tareas, especializándose cada cual en las labores en las que es especialista, nos ayudará a desempeñar el trabajo de una manera más eficaz, evitando dejar asuntos olvidados como consecuencia de no existir atribuciones claras.
En mi entorno he apreciado distintas casuísticas, pero las más preocupantes suelen ser el caso de socios que no tienen la misma filosofía de trabajo, los que tienen objetivos distintos con el negocio, o los que intentan que el negocio funcione con el trabajo de solo uno de ellos.
Se que es complicado hacer un ejercicio completo de búsqueda de cualidades al principio, porque en muchas ocasiones lo que resulta ser no es lo que parece a priori, por ello debemos tomar la decisión con calma, sopesando otras alternativas y apostando por la que creemos más completa.
En Pymes y Autónomos | ¿Cuando ha dejado de merecer la pena un negocio?
Imagen | N02