Hoy quiero hablar de una cosa bien simple y que de buen seguro muchos ya están haciendo, pero quiero destacarla pues muchas veces por simple dejadez, miedo a que nos sirvan mal, pequeños importes o lo que sea no lo hacemos. Al contrario, hacerlo nos trae interesantes ventajas, me refiero concretamente el material de oficina servido en nuestras propias dependencias.
Este artículo puede servir tanto a la pequeña empresa, como a la de un tamaño más considerable, pero especialmente quiero dirigirla al profesional individual autónomo, pues es en este probablemente donde no esté tan arraigada la costumbre de hacerlo, y creo que nos puede traer varios beneficios, especialmente en comodidad y fiscalidad.
En este caso concreto no me refiero a comprar por Internet como la ventaja que he propuesto muchas veces de hacerlo todo online, en esta ocasión nada tiene que ver con eso. Esta vez tiene que ver que mientras para una empresa comúnmente ya es habitual tener los proveedores de material de oficina, en muchas ocasiones el autónomo, y especialmente el que tiene un bajo consumo de determinados productos no piensa en ello como algo útil, y realmente puede serlo.
Si yo tuviese que dar un consejo, siempre aconsejaría a todo el mundo por muy pequeña empresa o autónomo individual que sea, que adquiera a un proveedor que se lo sirva a domicilio. Primero tendrá por supuesto ventajas en comodidad, pero también con nuestros amiguitos de hacienda, ¿pues cuantas veces aun y pudiendo desgravarnos algunas compras no lo hemos podido hacer, pues habíamos ido a comprar eso de tan ínfimo importe que ni pedimos factura?
Seguro que lo dicho nos ha sucedido alguna vez, pues haciendo una lista y haciendo aunque sea un pequeñito pedido cada X tiempo no sucedería. ¿Que es poco importe?, ¿que no merece la pena?, es cierto, no es mucho, es muy poquito, pero euro ahorrado a favor nuestro y que no se va a la hacienda pública es euro reconquistado, y si uno puede, debe de reconquistar y frenar el “expolio” que denuncio tantas veces, hasta el último céntimo que le sea posible, casi por obligación moral.
En Pymes y autónomos | Pequeños comercios, grandes compras Imagen | Emi Yañez