Las pymes desde siempre han tenido una estrategia de marketing bastante agresiva desde el punto de vista de ganar nuevos clientes. No les importaba gastarse de forma directa 500 euros ya que sabían que seguramente con alguno de sus clientes habituales y aunque no funcionara ese marketing podrían recuperarlo de forma asequible.
Actualmente y debido a la crisis, que sobre todo está afectando a este tipo de empresas, se plantea una clara disyuntiva entre si los gastos de Marketing son un gasto totalmente superfluo y que se puede recortar de forma estricta o una buena forma de captar muchos clientes que aún tienen necesidad de los productos sean reconducidos a nuestros servicios y no los que les ofrecen otras.
Una de las mejores capacidades que tienen actualmente las pequeñas y medianas empresas es la diferenciación comercial con sus empresas competidoras en un supuesto mercado perfecto; por lo que una buena medida para ello sería por ejemplo ser capaces de a través de su marketing directo especificar aquellos rasgos de mejora o calidad extra que pueden aportar a su producto y que las competidoras no tienen.
Los gastos de marketing, y más en estos momentos, deben ir dirigidos a enunciar muchas de las posibles ofertas que tienen las empresas como forma clara de especificar a los clientes no sólo que están en el mercado sino que además conocen la mala situación económica y por ello desean ayudar también a sus clientes.
¿Entonces que es lo óptimo para mi pyme? Lo mejor siegue siendo un ajuste real entre mi capacidad y situación económico-productiva y la repercusión efectiva que puedo generar en mis clientes. Sería ciertamente malo gastar mucho dinero en marketing si mi situación económica es mala y además se que la respuesta no va a ser nada elástica. Por ello muchas veces es mejor definir un target de mis clientes, para gastar menos dinero y sobre todo hacerlo en los clientes más potenciales y que por ende pueden de verdad ayudarme a obtener negocio y facturación
En definitiva la noción sobre el marketing varía dependiendo de la empresa, su situación en el mercado, la efectividad de sus campañas y sobre todo la receptividad de sus clientes, tanto los antiguos como los posibles.
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