Muchas empresas y negocios basan su actividad en la provisión de bienes y/o servicios a tan solo unas pocas empresas o clientes, en algunos casos porque son muy pocos los consumidores de dicho bien o servicio en el mercado, o tal vez porque con unos pocos se sacien las expectativas de estas empresas. Pero en cualquier caso, ya sea por lo primero o por lo segundo, esta situación presenta un gran riesgo que puede incidir directamente sobre la viabilidad del negocio.
Teniendo en cuenta las consecuencias que se pueden derivar de estas circunstancias, resulta muy conveniente diversificar la cartera de clientes en la medida de lo posible, para evitar que como consecuencia del cese de la actividad de alguno de ellos o cambios en su decisión de abastecimiento, puedan transformarse en una caída demasiado importante de nuestra facturación o volumen de negocio, que puede llevarnos incluso al cierre de nuestro negocio.
Soy consciente de que la reflexión que hoy les estoy planteando es difícil de acometer cuando no existen problemas a la vista y el negocio marcha bien, e incluso puede tener un coste de oportunidad tan elevado que muchas empresas no estén dispuestas a asumir. Pero en el largo plazo, entendiendo a la empresa como un Ente que nace para perdurar en el tiempo, es muy recomendable.
Piensen por un momento si merece la pena pagar o no este peaje, si es más valioso explotar la relación de nuestros escasos clientes o en cambio, esforzarnos por diversificar nuestra cartera de clientes. En definitiva si vale más muchos ‘pocos’ que pocos ‘muchos’.
En Pymes y Autónomos | especializarse o diversificar riesgos
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