Según una sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona es posible abandonar un trabajo para establecerse como autónomo y llevarse clientes consigo sin caer en captación ilícita o desleal por el hecho de “robar” clientes a la antigua empresa.
El hecho de convertirse en competencia de una antigua empresa y de tener acceso o información sobre los clientes de la misma no es motivo para que el nuevo empresario pueda ofrecer a éstos sus servicios y captarlos como clientes porque “ese conocimiento forma parte de su experiencia y habilidades”
La cuestión que se plantea es que la confianza que el cliente haya podido depositar en el trabajador que le prestaba sus servicios representando a la empresa puede ser mayor que la que el cliente tenía en la propia empresa, por lo que en el momento en que ese trabajador se independiza puede seguir manteniendo el vínculo con el cliente y prestarle él sus servicios ya como trabajador autónomo.
Realmente quien decide es el cliente y no se le puede limitar la capacidad para elegir quien va a ser el proveedor de ese servicio desde el momento en que el trabajador decide abandonar la empresa y establecerse como empresario.
Cuestión diferente sería si ese trabajador prestara esos servicios de manera independiente mientras pertenecía a la empresa, ahí sí se establecería una pauta de competencia desleal que sería ilícita. También podría considerarse ilícita su actitud si perteneciendo todavía a la empresa hubiera estado promocionando su futura actividad y captando clientes antes de haber abandonado la misma.
El Tribunal falla en este sentido en base a la libre competencia y a que la motivación de cambiar de proveedor parte del cliente, aunque esa decisión se base en una oferta realizada por una persona que tenga datos sobre la relación del mismo con su antiguo/actual proveedor.
Vía | El Economista
En Pymes y Autónomos | Cuando llega la competencia
Imagen | dskciado