Una de las dudas más habituales de los contribuyentes es qué ingresos debo declarar. Con carácter general, cualquier renta debe integrarse en la declaración de la renta, aunque existen otras rentas exentas que no es necesario hacerlo.
No obstante, la naturaleza de los rendimientos es diferente y, en consecuencia, tiene unas implicaciones diferentes, como por ejemplo el tipo al que tributan o las deducciones a las que pueden optar. A continuación, te explicamos qué ingresos tienes que declarar como contribuyente.
Rendimientos del trabajo personal
Son aquellos que derivan, de manera directa o indirecta, del trabajo personal o de la relación laboral o estatutaria, y no se consideren como rendimientos de actividades económicas.
Los más comunes son los siguientes:
- Sueldos y salarios.
- Prestaciones por desempleo.
- Dietas y asignaciones para gastos de viaje.
- Contribuciones o aportaciones satisfechas por los promotores de planes de pensiones.
- Remuneraciones en concepto de gastos de representación.
- Pensiones compensatorias recibidas del cónyuge y anualidades por alimentos. Quedan exentas las pensiones percibidas de los padres que se realizan por decisión judicial.
- Prestaciones de los sistemas de previsión social. Entre ellos destacan los ingresos obtenidos por la Seguridad Social, además de planes de pensiones, mutualidades de funcionarios o seguros de dependencia.
Rendimientos de actividades económicas
Son aquellos que se obtienen por el trabajo por cuenta propia, como por ejemplo los autónomos. Algunos ejemplos de este tipo de ingresos son los rendimientos de actividades extractivas, de fabricación, comercio o prestación de servicios, incluidas las de artesanía, agrícolas o ganaderas, y las profesiones liberales, artísticas y deportivas.
Rendimientos del capital mobiliario
Son aquellos rendimientos que se obtienen de elementos patrimoniales o de bienes y derechos de naturaleza mobiliaria cuya titularidad sea del contribuyente. Los más habituales son los ingresos provenientes de:
- Depósitos a plazo fijo
- Dividendos de acciones.
- Las primas de asistencias a juntas o participaciones en beneficios.
- Cesión de capitales a terceros.
- Rendimientos obtenidos por contratos de seguros de vida o invalidez, excluidos aquellos que deban tributar como rendimientos del trabajo.
Rendimientos del capital inmobiliario
Son aquellos que se obtienen como consecuencia del arrendamiento de un inmueble de naturaleza urbana o de la cesión de derechos o facultades de uso o disfrute sobre los mismos. El ejemplo más común es el de los ingresos que provienen del alquiler de una vivienda.