Ya repasamos las sanciones que impone Hacienda al cometer errores graves al presentar la declaración de la renta. ¿Pero qué ocurre si es el gestor el que se equivoca al hacerla por ti? Vamos a repasar quién se hace cargo de la multa, a cuánto asciende la sanción máxima y cómo debes reclamarla.
Es habitual confiar tus asuntos económicos, sobre todo si eres autónomo, a una gestoría, y más ahora que puedes contar con los servicios online de buenos profesionales.
La opción de la gestoría, a priori, parece lo más sensato puesto que rellenar la declaración de la renta no es tarea fácil, sin embargo, todos cometemos errores y tu gestor no deja de ser una persona que sin querer puede cometer un fallo que te acabe repercutiendo y tú eres el último responsable.
El responsable del error de tu gestor al hacer la declaración de la renta, eres tú
Lo que nos debe quedar claro es que, si nuestro gestor comete un error en la declaración de la renta, somos nosotros quienes asumimos la responsabilidad como contribuyentes, además de la sanción, por supuesto.
Si detectáramos un error en el documento a presentar a Hacienda, debemos informar al gestor para poder arreglarlo cuanto antes. Hay que tener claro que si nosotros hemos omitido información o entregado documentación errónea, la responsabilidad no será nunca de la asesoría.
Existe la posibilidad de que podamos reclamar, si consideramos que el error viene de parte del gestor. Pero la gestoría tendrá derecho a responder a los daños ocasionados, pero no se harán responsables de la multa. Siempre quedaría acudir a los tribunales para que nos otorguen una indemnización por los perjuicios causados.
Sanciones máximas y cómo reclamarlas
Centrándonos en el caso de que el gestor sea el que haya cometido un delito o fraude fiscal al realizar nuestra declaración de la renta, se puede ir por la vía de la responsabilidad penal.
Ojo, porque este tipo de situación lleva a penas de prisión, sobre todo cuando la cantidad defraudada supera los 120.000 euros.
Pero si nos encontramos en el caso de que la responsabilidad es nuestra por entregarle documentación errónea, las sanciones son importantes, pero para nosotros.
Por ejemplo, si no declaramos 5.000 euros, la sanción oscilará entre el 50% o el 100% de la cantidad no declarada. Esto sin obviar que, si se demuestra que ha habido prácticas fraudulentas por nuestra parte, la sanción sería de 150%.
El mejor consejo es trabajar codo con codo con el asesor, no tratar de ocultar información o deducir erróneamente gastos que no lo son realmente porque, al fin y al cabo, seremos nosotros los máximos responsables.