Japón tiene un problema de adicción al trabajo entre sus habitantes. Las muertes por sobreesfuerzo en el trabajo se han repetido sistemáticamente en las últimas décadas. Un bloguero que trabaja en Tokio ha decidido mostrar la vida de un trabajador medio en aquel país. Enseña en un vídeo cómo es una semana con casi 80 horas de trabajo.
El vídeo, compartido entre otros por el medio online Quartz hace un par de semanas, se ha convertido en viral (casi 900.000 reproducciones en menos d un mes) y ha puesto de nuevo sobre la mesa los efectos de un culto al 'workaholic'.
El bloguero, quien reconoce que no podría imaginar cómo combinar esa carga de trabajo con la organización familiar, persigue reflejar los efectos de un trabajo excesivo y sin descanso. Se trata de lo que para él es una semana para un 'salary man' en Tokyo: 78 horas trabajadas frente a apenas 35 de sueño.
Los trabajadores nipones ocupan, según varios estudios, el primer lugar entre los que menos días de vacaciones solicitan de manera voluntaria. Algo que se pretende cambiar desde el Gobierno a través de una ley que obligará a los empresarios a diseñar los descansos necesarios en su plantilla.
En España, el panorama es muy diferente. El principal problema tiene un nombre: presentismo. La obsesión de muchas empresas por mantener más tiempo en la oficina a sus trabajadores, incluso siendo conscientes del perverso efecto sobre su productividad.
En Pymes y Autónomos | El culto al ‘workaholic’ debe cambiar, La adicción al trabajo y la productividad no se llevan bien