Nos quejamos de que no desconectamos. Pero sin embargo somos capaces de estar contestando un correo laboral después de cenar o enviar mensajes por Twitter por la noche de temas que tienen que ver con el trabajo. Y al revés, en la oficina podemos hacer alguna gestión personal o utilizar el ordenador para resolver algún asunto que no tiene que ver con el trabajo. Difuminamos los ámbitos personales y laborales y esto no ayuda a nuestra productividad.
El principal inconveniente es no desconectar. Estamos todo el día pensando en temas laborales. Mientras estamos en el trabajo, pero también al salir, seguimos contestando mensajes, acabando algún tema pendiente si tenemos conexión desde casa, etc. Y esto acaba por incidir en nuestra capacidad de concentración.
Somos capaces de trabajar muy rápido. Acabar una tarea que sabemos hacer o que estamos habituados casi con los ojos cerrados. Pero para ello necesitamos estar concentrados. Es aquí donde se comienza a pagar esa falta de desconexión. Cuando estamos descansados concentrarnos en una tarea es algo sencillo. No nos llevará más de cinco minutos.
A medida que va avanzando el día, cuando nuestra mente ya no está tan fresca, ese tiempo que necesitamos para concentrarnos va aumentando. No es raro tardar 20 minutos en volver a concentrarnos tras una pausa o interrupción. Si estamos trabajando, durante este tiempo, pero realmente no somos muy productivos.
Estos tiempos son más altos si no logramos desconectarnos del trabajo al acabar la jornada o durante los fines de semana. No solo es una cuestión que tenga que ver con la tecnología. Disponer de un teléfono de empresa, de una conexión desde casa para poder trabajar no significa que tengamos que utilizarlo. Es cierto que a veces es inevitable estar haciendo algo en casa y acordarse de que hay algo que nos hemos dejado pendiente en el trabajo.
Entramos en un círculo vicioso. Trabajo desde casa o contesto correos para quitarme trabajo de la oficina. Pero al día siguiente volvemos a estar en el mismo punto. Como alargo mi horario laboral, aprovecho en el trabajo para resolver temas personales. Y vuelta a empezar. El objetivo es aprovechar al máximo el tiempo que pasamos en nuestro puesto de trabajo. Y resolver todo los temas pendientes. Salir por la puerta y olvidarnos de todo.
La capacidad de concentración no es un interruptor que se enciende y se apaga cuando nosotros queremos. Es necesario cuidar este aspecto para rendir más. Y depende tanto del empleado como de la empresa. Hay medias que favorecen la desconexión. Un fin de semana que comienza antes, haciendo que los viernes se trabaje hasta mediodía facilita que el fin de semana nos olvidemos por completo de los temas laborales. O ahora que comienzan para muchos las vacaciones. Es necesario aprovecharlas a tope para volver mucho más frescos mentalmente.
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