En concreto lo hacen un 64% de los más de 1.000 encuestados lo hacen antes de acostarse, mientras que un 85% nada más levantarse. De esta manera comienzan a preparar la rutina de la mañana antes de salir hacia el trabajo en función de si ha surgido algo urgente o no.
Esto puede ser un problema. No pasa nada por echar un vistazo a la bandeja de entrada, algo que no nos lleva más de un minuto para ver si tenemos algún mensaje importante. Una cuestión diferente es que empecemos a trabajar mientras estamos desayunando en casa, contestando ya correos.
Tenemos que dejar de dar esta importancia a un medio de comunicación como el correo, donde como medio asíncrono, el emisor no espera que estemos al otro lado para responder a nuestro correo inmediatamente. Y sin embargo interrumpimos constantemente otras tareas para responder correos.
No es raro que muchos empleados no quieran tener este tipo de dispositivos y renieguen de la movilidad si la entendemos de esta manera. Un smartphone tiene que servirnos para trabajar si lo necesitamos fuera de la oficina, pero no para trabajar a todas horas.
Vía | RRHH Press
En Pymes y Autónomos | La peligrosa trampa del correo electrónico que mata la productividad
Imagen | gail