El control de la tesorería, introducción al cash management

Un aspecto fundamental en la gestión de cualquier negocio es el control de la tesorería. De poco sirve vender mucho y gastar poco y tampoco que nuestro margen comercial sea alto si somos incapaces de llevar una gestión efectiva del dinero que entra y sale en nuestra empresa, de controlar cuándo cobramos y cuándo pagamos y de coordinar todos estos elementos para que la empresa tenga siempre un nivel adecuado de liquidez.

El cash management es una técnica de gestión activa de nuestra tesorería. La gestión activa tiene en cuenta la circulación del dinero y los flujos de efectivo entre los elementos que intevienen en la actividad de la empresa, estos elementos son, principalmente, la propia empresa, sus clientes, sus proveedores y las entidades que suministran financiación.

El cash management considera que la circulación de fondos entre los distintos elementos es continua. Ese flujo puede variar en volumen y frecuencia pero para que su funcionamiento sea correcto cada uno de esos elementos debe contar con liquidez suficiente, siempre teniendo en cuenta que los intereses de los elementos que intervienen en el flujo de fondos suelen ser, generalmente, contrapuestos.

La empresa debe emplear todas las armas a su alcance para obtener el mejor resultado de esa gestión activa. Eso supone competir, negociar, controlar, insistir e innovar en sus relaciones con los otros tres elementos, sin perder de vista la ética empresarial ya que si uno de los elementos se queda sin liquidez el flujo de fondos se rompe.

Se trata de prever, organizar y controlar los movimientos de capital y los saldos de tesorería para, de esta manera, reducir el impacto financiero. La gestión activa de tesorería incorpora un tratamiento particular de la parte financiera del flujo de capital, de tal manera que tendrá en cuenta la gestión de las ventas y del cobro a los clientes; la gestión de compras y el pago a los proveedores y el coste financiero asociado a todas estas operaciones.

El objetivo final de esta estrategia es reducir la liquidez necesaria para un correcto funcionamiento de nuestra empresa, se trata de rebajar las exigencias de efectivo necesarias para que la actividad empresarial pueda desarrollarse, es lo que se llama el disponible cero. Esa reducción será posible con una gestión adeucada de ese flujo y otras cosas que serán tratadas en próximos post.

En Pymes y Autónomos | La gestión de tesorería punto clave para la dirección empresarial Imagen | liewcf

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