En muchas ocasiones en los trabajos se producen parones en los que tenemos que esperar para afrontar una nueva tarea. Normalmente se producen mientras esperamos para entrar a una reunión, la confirmación de un pedido o mientras esperamos que nos asignen una nueva tarea. Pero podemos aprovechar este tiempo para mejorar nuestra productividad.
Se trata en primer lugar de cuantificar cuánto tiempo pasamos a lo largo del día esperando en estos tiempos muertos. En algunos trabajos será casi despreciable, en otros, realmente es una parte importante de la jornada laboral. La organización es la principal cuestión que podemos mejorar.
Mientras esperamos podemos ir organizando nuestra lista de tareas, eliminando las que ya hemos concluido, revisando las prioridades de aquellas que tenemos pendientes o añadiendo otras nuevas que han podido surgir. Esta es una labor que tenemos que realizar varias veces a lo largo del día, y que en los tiempos muertos es una buena opción.
La gestión del correo electrónico es otro de las cuestiones que pueden llenar estos tiempos muertos. En lugar de dedicar un tiempo específico para el correo, lo ideal es hacer una revisión por encima. Sólo unos pocos serán importantes o urgentes como para responder al momento, así que se quedan pendientes y no interrumpimos nuestras tareas por esta cuestión.
Lo mismo ocurre con las redes sociales, en caso de que tengamos que gestionar las de nuestra empresa, o nuestro perfil profesional. Estos tiempos muertos son perfectos para dedicarlos a estas cuestiones. De esta manera no interrumpimos ni perdemos la concentración en tareas principales para nosotros que tenemos pendientes.
Si estás en la oficina, aprovecha para poner orden en tu mesa. Es más fácil trabajar si estamos concentrados, algo en lo que mantener el orden en el espacio de trabajo ayuda mucho. Si estamos fuera de la oficina es fundamental tener una conexión de datos para el smartphone así como aplicaciones que faciliten el trabajo desde dichos dispositivos. Lo cierto es que si sabemos aprovecharlos y mejorar la organización, los tiempos muertos en la empresa no tienen por qué ser una merma de nuestra productividad, sino todo lo contrario.
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