Linkedin, es la red social donde los departamentos de Recursos Humanos bucean en busca del candidato idóneo. Si bien esta red profesional, muestra el lado serio del trabajador o del que busca empleo, otras redes sociales enfocadas al ocio pueden convertirse en motivo de despido, o en un motivo para no ser los elegidos.
Según el III Informe Infoempleo-Adecco sobre Redes Sociales y Mercado de Trabajo, el 79% de las empresas encuestadas considera que el candidato activo en redes sociales tiene más oportunidades laborales que el inactivo, ¿pero cómo debe ser el escaparate en el que nos puede ver todo aquel que navegue por la red?
El sentido común nos debería guiar en algo tan sencillo como compartir parte de nuestra vida privada en una red social. Esto no quiere decir que debamos ocultar nuestras aficiones, pero sí tener claro que la configuración de la privacidad de lo que publiquemos no es fiable al cien por cien, y que guardar algo de nuestra intimidad tampoco estaría mal.
Un tercio de las empresas que han participado en el estudio mencionado al inicio asegura haber rechazado a un candidato por este motivo. Los perfiles en redes sociales más consultados por las compañías son Linkedin (78%), Facebook (67%) y Twitter (41%).
De todos es conocido el último caso de una chica que habló con menosprecio de una empresa en la que acababa de ser contratada. Para ello empleó Twitter y fue la propia compañía la que le invitó a no acudir en su primer día puesto que estaba despedida.
Las redes sociales sirven para comunicarnos con nuestros allegados, para compartir aficiones, como ocio, pero en muchas ocasiones las personas pierden la perspectiva. Como si teclear desde tu móvil u ordenador sirviera de pantalla protectora.
Uno no puede insultar u ofender a golpe de 'tuit' en una sociedad donde cualquier empresa que se precie también cuenta con las mismas armas para comunicarse. Sería distinto que tras un trato vejatorio alguien pensara en denunciar estos hechos de manera pública, ¿pero antes de comenzar?
Cada vez son más frecuentes los despidos disciplinarios por los comentarios que se publican en alguna de las redes sociales por el trabajador.
Utilicemos las redes sociales con sentido común, sobre todo Linkedin donde existen diversas oportunidades para establecer lazos con personas que pertenecen a tu sector, donde a diario se publican ofertas de empleo. Y tengamos un fin que siempre termine beneficiándonos: o bien en forma de trabajo o bien en forma de contactos.
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