El buen ambiente laboral es fundamental para que las horas que pasamos en nuestro trabajo sean productivas. Esto suele depender del equipo de trabajo que tenemos a nuestro lado. Y a veces hay empleados que son muy negativos. Por eso vamos a ver cómo sobrevivir a trabajar con compañeros tóxicos.
Hay compañeros que por unos motivos o por otros no son los idóneos para estar a su lado. Un ejemplo puede ser el vago, que intenta colocarnos su trabajo cada día, los engreídos que creen que lo saben todo y todo lo hacen bien o los quejicas, que constantemente están taladrándonos con sus problemas, no necesariamente laborales. Pero el peor de todo es el compañero tóxico.
Tu compañero tóxico es tu peor enemigo, aunque tú no lo sepas
Hay una salvedad, que es todavía peor. Cuando tenemos un jefe tóxico. En el caso de los compañeros, siempre podemos intentar combatir sus estratagemas:
Busca siempre el conflicto y si no existe el se encargará de provocarlo. Lo que le interesa es que los demás compañeros salten, nunca hacerlo el en primera persona. Aquí cuando ve que no es capaz de generar dicho conflicto se siente frustrado. Es necesario tener paciencia, mucha paciencia para no entrar en su juego.
No es fácil, porque también suele ser un gran manipulador y sin que nos demos cuenta nos está incitando a realizar acciones, a reclamar en la empresa cosas que no nos importan muchas veces como injustas.
Porque también es muy quejica. Se pasa el día llorando, aunque muchas veces simplemente se queja por tener que hacer su trabajo. Jamás hay que hacerle ver que nosotros hacemos las mismas tareas y no nos quejamos. Basta darle unas palmaditas simbólicas en la espalda haciéndonos cargo de su pesar...
Además suele ser un victimista. Todos los marrones de la empresa los tiene él. Y sobre todo intentará pasártelos, así que en estos casos no se puede mostrar empatía, ya que a la mínima intentará que tú se los resuelvas.
Y en algunos casos un saboteador profesional que lo mismo te atasca la impresora cuando más lo necesitas que ejecuta sin ningún miramiento un adjunto sospechoso en un correo. Eso si, a poder ser desde el ordenador de un compañero. Un compañero tóxico jamás debe tener acceso o conocer ninguna de tus claves en la empresa. Mejor que piense que eres un paranoico de la seguridad.
Sólo puede quedar uno, o tú o él
El compañero tóxico intenta siempre una labor de desgaste. Poco a poco va minando tu paciencia y moral, esperando que en algún momento saltes, normalmente no hacia él, sino hacia la empresa. Ese es su mayor momento de satisfacción.
La mejor manera de combatirlos es con paciencia en el horario laboral y desconectando al salir de trabajar. El se va a su casa tan tranquilo y si ha logrado atraerte al lado oscuro, tu te irás a la tuya dándole vueltas a un asunto que te ha contado y para el que te ha manipulado. Las cosas de trabajo tenemos que dejarlas atrás al salir de la oficina.
Siempre intenta atacar al más débil. Si no lo consigue contigo irá a por otro compañero, que a corto o medio plazo también se convertirá en un empleado tóxico. Hay que resistir y evitar que la empresa acabe en dos bandos, los que están con él y los que no.
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