Los logotipos de empresa, no sólo hacen que su valor característico nos diferencia de la competencia, sino que además es una plasmólisis directa de toda nuestra entidad corporativa en un símbolo, por lo que ha de seguir un sentido de imagen fiel y buen reflejo de nuestra ideología y sentido empresarial. Una de las cosas más importantes que debemos destacar dentro de nuestro logotipo no sólo es la forma o significado directo sino el mensaje o connotación indirecta que podamos ofrecer a nuestros clientes actuales o futuros con él.
Una de las mejores formas de atraer la atención es con el color, un logotipo de cierto tono cromático puede ayudarnos a que los clientes tengan más confianza en nosotros o que piensen que justo somos la opción que ellos necesitan por las impresiones que reciben de dicha inspiración colorista.
Es por tanto fundamental que para nuestra empresa elijamos no sólo un buen diseño que sea fiel reflejo de la actividad sino un colo que aúne la capacidad real de inspirar confianza y una relación directa con nuestra actividad empresarial. Un ejemplo perfecto de esto: Una compañía aérea perdería cierto nivel de confianza si tuviera un logotipo de color negro, dando sensación de peligro o tristeza.
Es por tanto el logotipo algo indispensable casi hoy en día no sólo por la relación interna y la identificación de nuestros empleados sino por que además es la forma del mismo la que va a conformar nuestra identidad propia, el sentido de nuestra existencia como valor productivo y las capacidades reales de negocio.
Como curiosidad podemos decir que el significado fundamental de algunos de los colores más habituales a la hora de llevar nuestro logo y que nos puede servir como guía son:
- Rojo: poder, fuerza.
- Verde: esperanza.
- Amarillo: confianza.
- Azul: progreso, seriedad.
- Multicolor: ayuda.
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