Más de la mitad de los consumidores, un 55%, han utilizado estos dispositivos para buscar información. El porcentaje se dispara entre hasta un 72% en la franja de 30 a 44 años. Pero esta tendencia no tiene por qué ser necesariamente negativa, puesto que este tipo de usuarios son los que más acaban comprando finalmente.
La información les ayuda a tomar la decisión de compra y luego ya depende de aspectos como la diferencia de precio, de la necesidad del producto, por ejemplo. El tiempo que tarda en recibir el producto es algo que juega a favor del comercio tradicional.
Pero también otros aspectos como una mayor facilidad para realizar cambios, un aspecto que muchas veces es definitivo cuando el cliente tiene dudas. Las devoluciones de productos online no siempre son cómodas de realizar o tienen coste cero, algo que no ocurre en el comercio tradicional y que debe ser una cuestión a poner en valor delante del consumidor final.
También es importante detectar a estos clientes e intentar captarlos aunque ese día no compren nuestros productos. Ofertas personalizadas que sean de su interés pueden suponer una buena alternativa para lograr captar su atención y que finalmente acaben comprando nuestros productos.
Vía | Blog Zenith
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Imágenes | JESHOOTS