Muchas veces al pagar en una gran superficie una de las cuestiones que nos reclaman es que indiquemos nuestro código postal. Se trata de conocer dónde se encuentran nuestros clientes para poder realizar campañas de marketing en función de donde viven dichos clientes. Sin embargo esta práctica no parece que la sigan los pequeños comercios.
El comercio tradicional entiende que su cliente se encuentra fundamentalmente en su barrio. Pero es un suposición, no tiene datos recogidos para saber donde se encuentran dichos clientes. Hoy en día en muchos casos ni siquiera hace falta preguntar para obtener dichos datos, se pueden obtener a través de los datos de pago recogidos por el datáfono.
Una vez que tenemos localizada la zona donde tenemos más clientes podemos crear campañas de marketing mejor enfocadas hacia nuestro público objetivo. Por otro lado podemos encontrar patrones de comportamiento con clientes que están más alejados de nuestra zona. Saber si vienen a nuestro negocio porque su centro de trabajo está cercano, porque su hijo realiza alguna actividad extraescolar cerca de nuestra ubicación, etc.
A la vez también es interesante saber por qué medio nos han conocido. Es fundamental para comprender que campañas de marketing han funcionado, si nuestro anuncio en Google ha funcionado, han sido recomendados por otros clientes o simplemente nos encontraron por casualidad.
En todo caso es fundamental recoger todos los datos posibles. No tiene por qué ser de una forma agresiva o intrusiva, sino que puede ser a través de una conversación amable si el cliente se presta, realizando algún sorteo, etc. Y después utilizar toda la información para focalizar la campaña de marketing, de modo que con poco presupuesto tengamos los mejores resultados posibles.
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