En los aspectos tocantes a la inversión, estudiamos unas obras de reforma con unos presupuestos disparados, alquileres desorbitantes porque claro, nuestro negocio tiene que estar a la última y en la mejor zona de la ciudad para vender más.
Evidentemente ganar dinero con un negocio de dichas características es posible, y probablemente ganemos más que con cualquier otra fórmula, pero claro, el volumen de ventas tiene que ser sumamente alto. Además, todo este tipo de gestión inicial, puede provocar que descuidemos la preparación de nuestro producto o servicio, creando además una imagen negativa en muchos frentes.
Extrapolando el ejemplo a la hostelería, las tendencias de los emprendedores actuales, se decantan por las fórmulas de franquicia, para este tipo de negocios. Evidentemente, tiene sus ventajas, pero la inversión a realizar, el riesgo y los gastos a soportar mes a mes son muy elevados.
En la misma línea de la hostelería, podríamos enfocar un restaurante, que no cumpla ninguno de los estándares anteriores, pero que tengamos sin duda, la mejor cocina de la ciudad. Es decir, en lugar de buscar un local en la zona más puntera de la ciudad, buscaremos una casa en las afueras, de tal forma que el alquiler de dicha casa, nos pueda costar hasta un 80% menos.
Respecto a las reformas a realizar, sólo haremos las imprescindibles para adaptar nuestro local a la legislación, eliminando aquellos aspectos que no sean necesarios de por sí. La decoración la realizaremos de tal forma que sea la más barata posible, y en publicidad no gastaremos un sólo euro... porque la clave de puesta en funcionamiento viene aqui:
En lugar de invertir en publicidad, vamos a invertir en promocionar nuestro producto. Si mi servicio por comensal va a tener un precio de venta de 60€, con un coste aproximado de 30 €, invertiré 6.000 €, realizando 200 invitaciones selectivas a almuerzos y cenas a los colectivos de mi ciudad, que quiero que vayan a mi local, sean exclusivos y ostente un poder adquisitivo adecuado.
Ah se me olvidaba, no pongais ningun tipo de luminoso ni cartel en vuestro establecimiento, bastará con una plaquita en la puerta y vuestro nombre, porque el boca a oido, en muy poco tiempo, indicará a toda la ciudad donde estáis.