Hay mucha gente que tiene negocios, locales, empresas que se quiere deshacer de ellos pero en los momentos actuales no encuentran compradores potenciales, bien por el miedo a embarcarse, bien por las dificultades financieras que se pueden tener para pagar un traspaso.
La idea de los sorteos de pisos, locales o negocios no es nueva, pero si es nueva desde el punto y hora que dicho sorteo cuenta con la autorización de celebración por parte de la AEAT y de la administración tributaria autonómica. Este mecanismo lo acaban de poner en marcha en un bar de Cartagena, El Rincón del Pincho.
Si eres propietario de un negocio o inmueble y te quieres deshacer de él mediante sorteo, hay que dirigirse a la delegación de Hacienda de nuestra autonomía para solicitar la autorización y supervisión de este sorteo. Cada comunidad tiene unas normas particulares al respecto, unos baremos impositivos y unas condiciones específicas.
Una vez tengamos resueltos estos trámites, basta con que establezcamos unas bases claras y meriadinas obre el procedimiento que vamos a seguir, las condiciones que vamos a requerir a los jugadores y los supuesto de anulación si no cubrimos el número mínimo de participaciones recaudadas.
En este punto, cuenta bastante la intervención de un notario que actúe como depositario de las bases y como mano inocente si el sorteo no se condiciona a otro sorteo superior, como puede ser ONCE o cualquier otro de ONLAE.
En el caso concreto que hablamos, el propietario afirma que tiene que vender 15.000 papeletas a 50 euros para poder cubrir todos los gastos y llevar a cabo el sorteo. Esto hace un importe de 750.000 euros recaudados, cifra importante para un local de 150 metros en Cartagena. Aún así, no conozco la fiscalidad de Murcia, pero no sería de extrañar que tenga un tipo impositivo mínimo del 20% sobre el importe recaudado.
Respecto al jugador afortunado, debe saber que dichas operaciones tributan como ganacia patrimonial por el total, exentas de IVA al tratarse de trasmisiones en bloque de negocios así como ITP al formalizar las escrituras de transmisión.
Al fin y al cabo, puede ser una buena forma a estudiar para traspasar y vender negocios aunque como vemos ni es tan fácil como parece ni es oro todo lo que reluce.
Vía | La opinión de Murcia
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