El colectivo de emprendedores Chamberí Valley ha dado a conocer el Manifiesto España Emprende, un conjunto de medidas para fomentar la actividad de los emprendedores. Se acerca el 20N y a partir de los próximos días se intensificará el bombardeo tradicional de la campaña electoral. Sin duda uno de los puntos estrella en los que los principales partidos van a hacer especial incidencia es el tema de los emprendedores.
Los políticos se han dado cuenta de que es imposible la creación de empleo que no vaya de la mano con el surgimiento de nuevas empresas y, después de años de olvido, se han lanzado a promulgar la figura del emprendedor. Eso sí, como la mayoría de ellos lo más que han emprendido es el camino hacia sus respectivos cargos, sólo han sido capaces de avanzar medidas poco originales y con una efectividad más que dudosa. Por si a alquien realmente le importa qué hacer para fomentar el espíritu y la actividad emprendedora en nuestro país, en este manifiesto sí hay una serie de propuestas interesantes.
Esas propuestas se agrupan en tres partes. La primera se refiere al fomento de la inversión, para ello proponen una legislación que fomente y beneficie la inversión privada en proyectos empresariales y revisar la fiscalidad de las plusvalías obtenidas en la inversión industrial en nuevas empresas.
Desde luego este es un punto importante ya que con las dificultades de acceso al crédito, la inversión privada se convierte en muchos casos en la única vía posible de capitalización de proyectos, pero esta tiene diversos puntos débiles, además de la fiscalidad, la poca cultura y escasa formación en inversión industrial, la inmensa mayoría de las personas que invierten lo hacen o lo han hecho en productos financieros o en construcción y no existir un sistema transparente para canalizar este tipo de inversiones hace que haya mucho trabajo que hacer en este tema.
La segunda parte de las propuestas del manifiesto se refire a la formación y retención del talento. La necesidad de introducir la estimulación del espíritu emprendedor en el sistema educativo y potenciar la divulgación de los casos de éxito y la normalización del fracaso ayudarían a fomentar la cultura del emprendimiento y a colocar a los empresarios en la posición de generadores de empleo y de riqueza, al igual que hacen en otros países.
Tambien incide este punto la reforma del mercado laboral mediante la aprobación de condiciones especiales de contratación para los emprendedores, así como la incentivación de la contratación de personal cualificado (nacional o extranjero) y la facilitación de la retención del talento mediante la creación de planes de opciones sobre acciones.
Por último se propone la dinamización del mercado mediante una mejora de la legislación fical sobre el adelanto de impuestos de facturas no cobradas y la necesidad de que se cumplan los plazos legales de pago de facturas. También se propone la eliminación de la tributación por los beneficios empresariales que se reinviertan y que se potencie la competitividad mediante la generación de cluster.
El abandono al que todos los políticos han sometido a los pequeños empresarios hace que el camino a recorrer sea muy grande, pero lo será más sin propuestas efectivas. Aquí hay unas cuantas para el que las quiera recojer.
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