Las asociaciones de autónomos se mostraban satisfechas del acuerdo alcanzado con el Gobierno. Solo se va a subir la base mínima un 1,25%, en la línea con las subidas de otros años. Y se mejoran las prestaciones. En principio todo parece bueno para el autónomo, pero la realidad es otra, puesto que supone una triple subida de cuota en los próximos años para todos aquellos que cotizaban lo mínimo, subida de bases, de tipos y cotizar por contingencias hasta ahora voluntarias.
Empezando porque este mismo año, si no se cotizaba por contingencias profesionales o paro de los autónomos, habrá que empezar a pagar esta cuantía. Por lo tanto, nos podemos ir olvidando de pagar lo mínimo. La subida anual no va a ser cinco euros, eso seguro, será mucho más. Porque también suben los tipos, este año parece que muy poco, pero en los sucesivos hasta 2022 se va incrementando.
A esto le tenemos que sumar que en los siguientes años la base mínima se irá actualizando, como ha venido ocurriendo históricamente. De esta manera si tenemos subida de bases y subida de tipos, habrá una doble subida. Y la pirueta será que al cotizar por ingresos reales, la mayoría de los autónomos tendrán que pagar más. Los beneficiados serán los que tengan ingresos más bajos, que pueden pagar incluso menos, pero esto está por ver.
¿Y si el autónomo estaba en pluracitividad? ¿Tendrá que pagar también por estos conceptos? De momento no se ha confirmado nada al respecto. No tiene demasiado sentido hacer pagar a un autónomo un paro que no podrá cobrar nunca, ya que es muy complicado que deje de trabajar por cuenta ajena y como autónomo a la vez.
En el alero también han quedado autónomos a tiempo parcial, que muchas veces ni siquiera están dados de alta en el RETA al seguir el actual criterio de habitualidad y sus ingresos ser inferiores al SMI. Queda mucho por negociar y será imposible dar con una solución que contente a todo el colectivo, que poco a poco va asumiendo resignado que tendrá que pagar más.
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