Uno de las dudas más frecuentes para muchas empresas y autónomos con el impuesto al diesel que quedó en el cajón, pero que ahora con el nuevo Gobierno, podrían ver como sale adelante es qué alternativas hay para comprar un coche de empresa. Podemos seguir como hasta ahora, pero la realidad nos dice que más pronto que tarde subirán los impuestos al diesel.
Al menos para los particulares, porque siempre se ha prometido que para los profesionales no tendrán dicha subida. Pero todo sabemos que unas cosas son las promesas y otra la realidad. Por eso si en la empresa estamos pendientes de renovar la flota de vehículos es interesante revisar alguna de las alternativas.
Alternativas al diesel en la empresa
- Vehículo eléctrico puro, es una buena opción que tiene su hándicap en la cantidad de kilómetros que podemos hacer diariamente. En el caso de los vehículos de empresa que suelen acumular una gran cantidad de ellos, la cosa es complicada. También con los desplazamientos largos, donde hoy por hoy la planificación de un viaje a otra provincia se puede convertir en un quebradero de cabeza.
- Híbrido enchufable, sería la solución a los problemas anteriormente mencionados de autonomía.
- Híbrido que es una buena opción para todos los vehículos que sobre todo se van a mover por ciudad, donde este motor eléctrico que incorpora es más eficiente a bajas velocidades. Lo podemos ver ya implantado en sectores como el taxi, donde este tipo de vehículos llevan años circulando con buenos resultados de rentabilidad.
- Conversión a gas ya sea de un vehículo nuevo o de los que ya tenemos en propiedad. Se estima que el ahorro sería aproximadamente de un 40% en el precio del combustible, aunque en realidad dicho porcentaje baje aproximadamente un 10%. Los costes se dicha conversión se amortizan entre los 20.000 y 40.000 kilómetros, por lo que es una buena solución para la mayoría de empresas.
En todo caso lo interesante es esperar a que se lance un plan de subvenciones para poder realizar el cambio, ya que de esta manera podemos ahorrarnos buena parte del coste de adquisición y el tiempo de amortización disminuye de forma considerable. La conversión a gas también está subvencionada en muchas autonomías, lo que finalmente supone un ahorro importante para los autónomos y empresas.
Imagen | Skitterphoto