Si hemos llegado a la conclusión de que nuestra empresa necesita un ERP para seguir creciendo o mejorar su gestión nos enfrentamos a una difícil decisión. Es tal la cantidad de soluciones disponibles que acertar con la mejor es tremendamente complicado, son muchas las variables que hay que tener en cuenta y no siempre vamos a disponer de la información necesaria para respladar nuestra elección.
La decisión correcta será diferente para cada empresa, dependiendo de sus necesidades y estructura, pero existen lugares comunes, parámetros que en general es bueno tener en cuenta a la hora de embarcarnos en la decisión de elegir uno u otro producto. Vamos a intentar plantear los más importantes, los que no podemos ignorar si no queremos que el proceso se convierta en un problema.
Antes de empezar vaya por delante que pienso que buscar asesoramiento debe ser el primer paso, y más teniendo en cuenta que la mayoría de las empresas no disponemos de personal con los conocimientos necesarios para hacer una buena elección. No son sólo técnicos, si no sobre todo referentes al funcionamiento de la compañía y a cómo encaja ahí uno u otro producto. El asesor o asesores deben ser independientes, no consultores de un producto en concreto, e idealmente un equipo, en el que predomine el perfil de gestor sobre el técnico. Es más importante que conozca tu tipo de negocio que el que domine el mercado de estos productos.
- Fortaleza de la empresa: buscaría una solución respaldada con una empresa por experiencia, con años en el mercado y a ser posible bregada en productos enfocados a nuestro sector, con un departamento de soporte potente y con capacidad de reacción ante la aparición de novedades legislativas o técnicas que afecten a los procesos que gestionará la aplicación.
- Compatibilidad: intentaría que el producto fuera lo más compatible posible con los sistemas que tienen que soportarlo y los de apoyo, y a ser posible multiplataforma. Que el uso del ERP no me limite la elección de un sistema operativo u otro, o el uso de software ofimático de apoyo que pueda enlazar con el sistema, un problema más que frecuente.
- Uso de estándares: que la solución elegida utilice estándares en cuanto a bases de datos, si queremos cambiar en cualquier momento es fundamental poder llevarnos con nosotros al nuevo sistema toda la información que hemos incorporado al antiguo (y si puede aprovechar la que ya tenemos mejor todavía). Os aseguro por experiencia que de no ser así el trabajo que tenemos por delante es titánico.
Hay muchos más, tantos como empresas como os decía al principio, y abiertos quedan los comentarios para los que queráis aportar (o para la crítica de los mencionados), pero creo que éstos, junto con dar voz a todos los departamentos de la empresa, son pilares básicos si nos enfrentamos a la elección de un sistema de gestión empresarial de estas características. Pueden aportar muchos beneficios, pero ponemos en sus manos el funcionamiento de toda nuestra empresa, y eso es mucho para poner en juego.
En Tecnología Pyme | Qué es un ERP
Foto | woodsy