El ritmo de migración de Windows XP no ha sido tan rápido como esperaba la empresa y muchos de los equipos que quedan sin migrar son de empresas que, en muchos casos, no pueden afrontar el coste de dicha migración. Quizás pensando en esos usuarios y para dejarles un poco más de margen se otorga esta gracia, pero si se descubre una vulnerabilidad del sistema, más o menos crítica esta no se va a parchear.
También Microsoft anunció que no daría soporte ni actualizaciones a Microsoft Security Essentials en Windows XP, lo que en caso de que utilicemos el antivirus de Microsoft obligará a las empresas a buscarse también un nuevo antivirus. Así que parece que se sigue un poco la política del palo y la zanahoria.
Esto es un poco como el chocolate del loro. Seguro que si a las empresas que no pueden migrar les hacen una buena oferta para migrar a Windows 7, donde además recordemos que existe el XP mode, y podemos virtualizar Windows XP, no creo que haya tanta resistencia al cambio ni muchas empresas que declinaran la oferta.
Al final creo que está siendo peor el remedio que la enfermedad. Windows XP es un sistema que tiene sus bondades, que está muy pulido y sobre todo que el usuario y los administradores se conocen a la perfección todos sus trucos, pero que se queda hoy en día obsoleto ya en muchos aspectos. He hecho un gran trabajo, pero mantenerlo tanto tiempo en servicio no ha hecho ningún favor a Microsoft, ni a muchas empresas en general.
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