Aunque Internet cada vez nos ofrezca más posibilidades de colaboración cuando nos encontramos en sitios distantes, las reuniones y presentaciones presenciales siguen vigentes como el primer día, y muchas empresas tienen destinada una sala aunque sea pequeña para colocar un proyector.
Para elegir el proyector adecuado para nuestra sala, o tal vez, para llevarlo de un sitio a otro, deberemos de tener en cuenta ciertos parámetros que harán que acertemos con el modelo y no nos llevemos disgustos.
Antes de volvernos locos con precios y características llamativas tenemos que tener muy claro la pantalla que vamos a utilizar, su tamaño y la distancia a la que vamos a colocar el proyector. Estos dos parámetros son esenciales ya que si el proyector está cerca nos dará un tamaño de imagen pequeño y cuanto más lejano mayor.
Para salir de dudas sobre este problema, podemos dirigirnos a la web de Projector Central donde disponemos de una calculadora que nos muestra los tamaños de pantalla que obtendremos según la distancia del proyector.
Las siguientes características que debemos tener en cuenta son la resolución de pantalla que muestra, que menos hoy día que XGA (1024x840), y los famosos lúmenes, que es la potencia luminosa que emite el proyector. Si el presupuesto nos da para más de 3.000 lúmenes obtendremos un colorido perfecto incluso con las luces de la sala encencidas.
Otras características a tener en cuenta son las entradas de video disponibles, debemos de tener capacidad para conectar todos los aparatos que tengamos en mente, y la toma de red ethernet o wireless.
Si disponemos de acceso mediante wireless por ejemplo, podremos utilizar el asistente Network Projector de Windows Vista para utilizarlo como si fuese cualquier otro periférico de red.
Para concluir, si queremos movilidad máxima, existen los Pico Proyectores, del tamaño de la palma de una mano y de los que ya hemos hablado en Tecnología Pyme.
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