En un estudio realizado por el portal de trabajo Experteer, especializado en directivos y ejecutivos en toda Europa, donde se pregunta sobre su relación con el trabajo durante los periodos de descanso. Uno de los datos que llaman la atencion es que los directivos españoles consultan más el correo electrónico que sus homólogos europeos en vacaciones. En concreto son un 49% de ellos los que lo consultan una vez al día y un 48,7% los que no son capaces de desconectar de sus responsabilidades.
Si los comparamos con los de otros países, sólo un 29% de los ejecutivos alemanes son los que conectan al correo electrónico. Respecto a las formas de conexión a este medio de comunicación, la tablet va ganando adeptos, pasando de un 11% el año pasado a casi un 24% este año. Sin embargo el portátil sigue siendo el favorito para un 44% de los directivos.
Sin embargo el gadget más habitual es el teléfono móvil, ya sea en su formato tradicional o el smartphone, cuyo uso ha aumentado en más de 13 puntos situándose en un 60,41% de uso en el último año. Un porcentaje que incluso yo situaría más alto en las empresas españolas donde todos los indicadores muestran una mayor penetración de los smartphone que en el resto de Europa.
Por otro lado, cuando veo este tipo de estudios me vienen a la mente dos cuestiones, dos tipos de directivos con los que me ha tocado convivir en mi vida laboral. Me refiero al directivo que no puede desconectar, autónomos y micropymes, donde vida personal y profesional están entrelazados y es muy complicado desconectar.
Pero también está la otra cara, el directivo que no sabe delegar y tiene que estar siempre pendiente de lo que ocurre en su negocio. Incluso he conocido algún caso enfermizo, donde el miedo a perder o ceder el control les hacía estar las 24 horas del día y todos los días de la semana pendientes de lo que ocurría en la empresa.
Lo cierto es que estos descansos son fundamentales para mejorar la productividad el resto de año. Haciendo una similitud podríamos decir que los descansos, las vacaciones o minivacaciones, son como las pretemporadas de los futbolistas, son la base para luego aguantar bien todo el año. Claro que en lugar de una preparación física en este caso sería mental.
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