Una de las grandes ventajas del software online, en la nube, o como queráis llamarlo, es que podemos utilizarlo desde cualquier lugar en el que dispongamos de una conexión a Internet, lo que se convierte en un inconveniente grave si no tenemos esa posibilidad. Las empresas que ofrecen servicios de este tipo lo saben, y están intentando remediarlo con distintas aproximaciones, que permiten seguir utilizándolos aún sin acceso a la red.
La posibilidad de trabajar en local con documentos o correos electrónicos que almacenamos en servicios remotos no es nueva. Es habitual utilizar programas que sincronizan nuestras copias locales con aquellas que tenemos en la red, pero la tendencia actual nos lleva a soluciones en las que, sin abandonar el navegador o utilizando software específico, podemos realizar parte de las tareas habituales sin disponer de conexión.
Algunos ejemplos de esta tendencia son Gmail, el correo de Google, su servicio de calendarios o la suite ofimática Zoho, que acaba de añadir la posibilidad de editar documentos almacenados en su servicio estando offline, utilizando el sistema lanzado por Google para ello, Google Gears. Otra aproximación interesante es la de Adobe Air, que para el tema que nos ocupa permite lo mismo, utilizar servicios online sin conexión, al menos de forma parcial. Un buen ejemplo es TextFlow, un procesador de textos enfocado a la colaboración con cuyo software cliente podemos realizar parte del trabajo desconectados.
Da igual el nombre que escojamos, tampoco hay que liarse demasiado, aquí lo que importa es que cada vez es más difícil distinguir si estamos trabajando en nuestro ordenador o en Internet, lo que de cara al usuario significa sobre todo mayor flexibilidad y la capacidad de utilizar todas las ventajas de Internet sin el inconveniente de necesitar una conexión permanente para ello, y sin encajes de bolillos de por medio. El grueso del funcionamiento sigue estando en la web, sigue siendo online, pero no estamos bloqueados (al menos no completamente) si nos quedamos sin conexión.
Todavía queda mucho trecho por mejorar, pero la idea es muy interesante, ya que nos permite seguir trabajando incluso si necesitamos utilizar estos servicios en lugares en los que no disponemos de acceso a la red o tenemos que moderar el uso de la misma (trabajadores móviles, conexiones 3G con límites de transmisión de datos, por ejemplo). Será interesante ver como evolucionan y las funcionalidades que van incluyendo, pero es un gran paso para moderar nuestra dependencia de la conexión a Internet sin desaprovechar las ventajas que nos brinda la red.
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