Casi todos hemos sido testigos de algún comportamiento en el lugar de trabajo que nos hiciera sentir incómodos e incluso ofendidos. Ante esa situación, ¿cómo has reaccionado?.
No hay duda de que oponerse a tales situaciones es difícil, ya que la persona que decide plantear las objecciones podría dañar su relación con la persona que hace los comentarios o asigna responsabilidades de forma sesgada, lo que podría afectar negativamente a sus oportunidades de carrera.
¿Por qué asumir el riesgo de oponerse a comportamientos discriminatorios?
En primer lugar, el hecho de no reconocer y abordar los prejuicios o el comportamiento ofensivo valida la conducta y puede crear la impresión de que el comportamiento es aceptable, e incluso de esperar, en el lugar de trabajo. Además, normalizar la conducta ofensiva de esta manera sutil tiende a tener un efecto de que las perspectivas y voces del resto de personas no son valoradas y pueden volverse menos productivos.
Teniendo en cuenta los riesgos y desafíos, hay que saber gestionar cómo, cuándo y a quién plantear nuestras inquietudes de forma que fomente un cambio positivo en nuestro entorno.
Audiencia
Si el problema surge por la actitud ofnsiva de un compañero puede ser efectivo abordar el problema directamente con ellos, pero respetuosamente y en privado. Sin embargo, si el caso es que un superior asigne tareas de forma discriminatoria lo más prudente es identificar a un aliado de confianza en la organización para que nos brinde su apoyo y nos permita abordar el problema.
Mantener la calma
No es inusual que una persona que ha observado o ha sido blanco de un comportamiento tendencioso u ofensivo se sienta irritado con la situación. A menudo las respuestas emocionales inhiben nuestra capacidad para abordar y corregir esas conductas. Por eso, vale la pena dar un paso atrás, trabajar a través de sus emociones y tomarse el tiempo para plantear lo que desea comunicar a fin de garantizar que el contenido de nuestro mensaje no sea socavado por su entrega.
Oportunidad
El lenguaje y la conducta tendenciosos y ofensivos son irrespetuosos. Si el objetivo es crear una dinámica diferente, es contraproducente atacar, menospreciar y faltar el respeto a una persona que dice o hace algo ofensivo. Un mejor enfoque es modelar el comportamiento que se desea ver.
Hay que estar dispuesto a escuchar a la otra persona, incluso si no está de acuerdo. Escuchar las perspectivas de los demás es esencial para crear un entorno donde se escuchen y respeten todas las voces.
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