El Consejo Superior de las Cámaras de Comercio y el Ministerio de Igualdad han renovado por tercer año el Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres que impulsan ambas instituciones, más de 2.700 españolas crearon el año pasado su propia empresa, gracias a esta iniciativa.
El programa dio asistencia, el año pasado, a 10.000 emprendedoras en las distintas Cámaras de Comercio repartidas por el territorio nacional y otras 4.500 mujeres utilizaron la plataforma 'on-line'. La Ministra de Igualdad, Bibiana Aido, ha destacado que la renovación de este programa está orientada a "mantener los objetivos y plantear otros nuevos" como impulsar el trabajo de la mujer en sectores tradicionalmente masculinos.
El presupuesto destinado para este proyecto en el año 2010 asciende a 2,2 millones de euros, de los que la mitad proceden del Fondo Social Europeo, un 25% ha sido aportado por las Cámaras de Comercio, y el otro 25% por el Ministerio de Igualdad.
El Presidente del Consejo Superioir de Cámaras, Javier Gómez-Navarro ha dicho que hay que apoyar a las mujeres para "que no sólo creen empresas, entre comillas, de mujeres, como peluquerías o tiendas, sino en todos los campos de actividad económica para que se produzca un proceso de igualdad" y ha puesto como ejemplo campos de actividad considerados masculinos como los sectores del metal, la energía y la construcción.
La Ministra Aído ha recordado que España está en el quinto puesto de un ranking de 14 estados de la Unión Europea en cuanto a igualdad en las tasas de actividad de emprendimiento masculino y femenino, "una realidad que no sólo hay que consolidar sino mejorar con iniciativas como la que se suscribe".
No se trata de abrir un debate sobre la igualdad de géneros, ni sobre la discriminación positiva. Se trata de que hacen falta políticas y acciones que faciliten a los pocas personas que se proponen montar una empresa conseguir ese objetivo. Se trata de que estos últimos días desde esta página estamos tratando el enorme problema de la baja cultura emprendedora de nuestro país y de la poquísima iniciativa de los españoles a la hora de lanzarse a desarrollar un proyecto empresarial.
Todas este tipo de iniciativas deberían de ser positivas y más, si cabe, las que están planteadas con el objetivo de fomentar ese desarrollo emprendedor entre los colectivos que tienen, más aún, un índice menor de iniciativas en este sentido, como es el caso de las mujeres.
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