Hace un par de días saltaba la noticia: los Presupuestos Generales del Estado de este año no incluían la reducción del 20% en las cuotas a la Seguridad Social de los empleados del hogar que estaba vigente desde 2012.
Y si hay un gremio numeroso que trabajaba en negro era éste: el de las limpiadoras por lo que se regularizara su situación fue una gran noticia. ¿Qué pasará ahora con ellas? Este incremento afecta tanto a las familias como a las empleadas.
Trabajar en negro, como siempre
De toda la vida, a poco que sea una observadora ha contemplado en el transporte público a muchas mujeres que desde bien temprano trabajaban fuera de casa limpiando de un lugar a otro.
Con esfuerzo y sin ningún tipo de amparo por parte de la Seguridad Social sacaban de apuros a muchas familias que al trabajar todo el día necesitan a una persona que les haga las tareas del hogar tan ingratas: limpiar, fregar, poner lavadoras, planchar, preparar la comida...
Todo ello por un precio normalmente simbólico y en ocasiones, como si se les hiciera un favor a esas trabajadoras. Al fin y al cabo la competencia es feroz. "Y siempre hay alguien que por 5 euros hace tu trabajo y tan contentos".
Y llegó la ley para marcharse
La aparición de esa ley que protegía a estas trabajadoras fue una gran noticia, en realidad fue una reacción tardía para regularizar a miles de trabajadoras.
Pero si el incremento de las cuotas a la Seguridad Social es de un 20% ¿cómo podrán algunas familias que hacían las cosas como se debe, afrontar esta subida?
Los sueldos no brillan precisamente por ser elevados en España, por lo que no es fácil adivinar que quienes tuvieran la fortuna de estar aseguradas verán reducidos sus sueldos si el que paga ha de desembolsar 30 euros más.
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